Elegía a Ramón Sijé

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero:

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

miércoles, 26 de marzo de 2014

OTRO CUENTO DE CORTÁZAR

   Dos compañeras de clase han opinado -de forma muy positiva y con palabras muy bonitas como podéis leer abajo- sobre este cuento de Julio Cortázar. Disfruta con él: 


Julio Cortázar
(1914-1984)


Una flor amarilla
(Final del juego, 1956)
         Parece una broma, pero somos inmortales. Lo sé por la negativa, lo sé porque conozco al único mortal. Me contó su historia en un bistró de la rue Cambronne, tan borracho que no le costaba nada decir la verdad aunque el patrón y los viejos clientes del mostrador se rieran hasta que el vino se les salía por los ojos. A mí debió verme algún interés pintado en la cara, porque se me apiló firme y acabamos dándonos el lujo de la mesa en un rincón donde se podía beber y hablar en paz. Me contó que era jubilado de la municipalidad y que su mujer se había vuelto con sus padres por una temporada, un modo como otro cualquiera de admitir que lo había abandonado. Era un tipo nada viejo y nada ignorante, de cara reseca y ojos tuberculosos. Realmente bebía para olvidar, y lo proclamaba a partir del quinto vaso de tinto. No le sentí ese olor que es la firma de París pero que al parecer sólo olemos los extranjeros. Y tenía las uñas cuidadas, y nada de caspa.
         Contó que en un autobús de la línea 95 había visto a un chico de unos trece años, y que al rato de mirarlo descubrió que el chico se parecía mucho a él, por lo menos se parecía al recuerdo que guardaba de sí mismo a esa edad. Poco a poco fue admitiendo que se le parecía en todo, la cara y las manos, el mechón cayéndole en la frente, los ojos muy separados, y más aun en la timidez, la forma en que se refugiaba en una revista de historietas, el gesto de echarse el pelo hacia atrás, la torpeza irremediable de los movimientos. Se le parecía de tal manera que casi le dio risa, pero cuando el chico bajó en la rue de Rennes, él bajó también y dejó plantado a un amigo que lo esperaba en Montparnasse. Buscó un pretexto para hablar con el chico, le preguntó por una calle y oyó ya sin sorpresa una voz que era su voz de la infancia. El chico iba hacia esa calle, caminaron tímidamente juntos unas cuadras. A esa altura una especie de revelación cayó sobre él. Nada estaba explicado pero era algo que podía prescindir de explicación, que se volvía borroso o estúpido cuando se pretendía —como ahora— explicarlo.
         Resumiendo, se las arregló para conocer la casa del chico, y con el prestigio que le daba un pasado de instructor de boy scouts se abrió paso hasta esa fortaleza de fortalezas, un hogar francés. Encontró una miseria decorosa y una madre avejentada, un tío jubilado, dos gatos. Después no le costó demasiado que un hermano suyo le confiara a su hijo que andaba por los catorce años, y los dos chicos se hicieron amigos. Empezó a ir todas las semanas a casa de Luc; la madre lo recibía con café recocido, hablaban de la guerra, de la ocupación, también de Luc. Lo que había empezado como una revelación se organizaba geométricamente, iba tomando ese perfil demostrativo que a la gente le gusta llamar fatalidad. Incluso era posible formularlo con las palabras de todos los días: Luc era otra vez él, no había mortalidad, éramos todos inmortales.
         —Todos inmortales, viejo. Fíjese, nadie había podido comprobarlo y me toca a mí, en un 95. Un pequeño error en el mecanismo, un pliegue del tiempo, un avatar simultáneo en vez de consecutivo, Luc hubiera tenido que nacer después de mi muerte, y en cambio... Sin contar la fabulosa casualidad de encontrármelo en el autobús. Creo que ya se lo dije, fue una especie de seguridad total, sin palabras. Era eso y se acabó. Pero después empezaron las dudas, por que en esos casos uno se trata de imbécil o toma tranquilizantes. Y junto con las dudas, matándolas una por una, las demostraciones de que no estaba equivocado, de que no había razón para dudar. Lo que le voy a decir es lo que más risa les da a esos imbéciles, cuando a veces se me ocurre contarles. Luc no solamente era yo otra vez, sino que iba a ser como yo, como este pobre infeliz que le habla. No había más que verlo jugar, verlo caerse siempre mal, torciéndose un pie o sacándose una clavícula, esos sentimientos a flor de piel, ese rubor que le subía a la cara apenas se le preguntaba cualquier cosa. La madre, en cambio, cómo les gusta hablar, cómo le cuentan a uno cualquier cosa aunque el chico esté ahí muriéndose de vergüenza, las intimidades más increíbles, las anécdotas del primer diente, los dibujos de los ocho años, las enfermedades... La buena señora no sospechaba nada, claro, y el tío jugaba conmigo al ajedrez, yo era como de la familia, hasta les adelanté dinero para llegar a un fin de mes. No me costó ningún trabajo conocer el pasado de Luc, bastaba intercalar preguntas entre los temas que interesaban a los viejos: el reumatismo del tío, las maldades de la portera, la política. Así fui conociendo la infancia de Luc entre jaques al rey y reflexiones sobre el precio de la carne, y así la demostración se fue cumpliendo infalible. Pero entiéndame, mientras pedimos otra copa: Luc era yo, lo que yo había sido de niño, pero no se lo imagine como un calco. Más bien una figura análoga, comprende, es decir que a los siete años yo me había dislocado una muñeca y Luc la clavícula, y a los nueve habíamos tenido respectivamente el sarampión y la escarlatina, y además la historia intervenía, viejo, a mí el sarampión me había durado quince días mientras que a Luc lo habían curado en cuatro, los progresos de la medicina y cosas por el estilo. Todo era análogo y por eso, para ponerle un ejemplo al caso, bien podría suceder que el panadero de la esquina fuese un avatar de Napoleón, y él no lo sabe porque el orden no se ha alterado, porque no podrá encontrar se nunca con la verdad en un autobús; pero si de alguna manera llegara a darse cuenta de esa verdad, podría comprender que ha repetido y que está repitiendo a Napoleón, que pasar de lavaplatos a dueño de una buena panadería en Montparnasse es la misma figura que saltar de Córcega al trono de Francia, y que escarbando despacio en la historia de su vida encontraría los momentos que corresponden a la campaña de Egipto, al consulado y a Austerlitz, y hasta se daría cuenta de que algo le va a pasar con su panadería dentro de unos años, y que acabará en una Santa Helena que a lo mejor es una piecita en un sexto piso, pero también vencido, también rodeado por el agua de la soledad, también orgulloso de su panadería que fue como un vuelo de águilas. Usted se da cuenta, ¿no?.
         Yo me daba cuenta, pero opiné que en la infancia todos tenemos enfermedades típicas a plazo fijo, y que casi todos nos rompemos alguna cosa jugando al fútbol.
         —Ya sé, no le he hablado más que de las coincidencias visibles. Por ejemplo, que Luc se pareciera a mí no tenía importancia, aunque sí la tuvo para la revelación en el autobús. Lo verdaderamente importante eran las secuencias, y eso es difícil de explicar porque tocan al carácter, a recuerdos imprecisos, a fábulas de la infancia. En ese tiempo, quiero decir cuando tenía la edad de Luc, yo había pasado por una época amarga que empezó con una enfermedad interminable, después en plena convalecencia me fui a jugar con los amigos y me rompí un brazo, y apenas había salido de eso me enamoré de la hermana de un condiscípulo y sufrí como se sufre cuando se es incapaz de mirar en los ojos a una chica que se está burlando de uno. Luc se enfermó también, apenas convaleciente lo invitaron al circo y al bajar de las graderías resbaló y se dislocó un tobillo. Poco después su madre lo sorprendió una tarde llorando al lado de la ventana, con un pañuelito azul estrujado en la mano, un pañuelo que no era de la casa.
         Como alguien tiene que hacer de contradictor en esta vida, dije que los amores infantiles son el complemento inevitable de los machucones y las pleuresías. Pero admití que lo del avión ya era otra cosa. Un avión con hélice a resorte, que él había traído para su cumpleaños.
         —Cuando se lo di me acordé una vez más del Meccano que mi madre me había regalado a los catorce años, y de lo que me pasó. Pasó que estaba en el jardín, a pesar de que se venía una tormenta de verano y se oían ya los truenos, y me había puesto a armar una grúa sobre la mesa de la glorieta, cerca de la puerta de calle. Alguien me llamó desde la casa, y tuve que entrar un minuto. Cuando volví, la caja del Meccano había desaparecido y la puerta estaba abierta. Gritando desesperado corrí a la calle donde ya no se veía a nadie, y en ese mismo instante cayó un rayo en el chalet de enfrente. Todo eso ocurrió como en un solo acto, y yo lo estaba recordando mientras le daba el avión a Luc y él se quedaba mirándolo con la misma felicidad con que yo había mirado mi Meccano. La madre vino a traerme una taza de café, y cambiábamos las frases de siempre cuando oímos un grito. Luc había corrido a la ventana como si quisiera tirarse al vacío. Tenía la cara blanca y los ojos llenos de lágrimas, alcanzó a balbucear que el avión se había desviado en su vuelo, pasando exactamente por el hueco de la ventana entreabierta. «No se lo ve más, no se lo ve más», repetía llorando. Oímos gritar más abajo, el tío entró corriendo para anunciar que había un incendio en la casa de enfrente. ¿Comprende, ahora? Sí, mejor nos tomamos otra copa.
         Después, como yo me callaba, el hombre dijo que había empezado a pensar solamente en Luc, en la suerte de Luc. Su madre lo destinaba a una escuela de artes y oficios, para que modestamente se abriera lo que ella llamaba su camino en la vida, pero ese camino ya estaba abierto y solamente él, que no hubiera podido hablar sin que lo tomaran por loco y lo separaran para siempre de Luc, podía decirle a la madre y al tío que todo era inútil, que cualquier cosa que hicieran el resultado sería el mismo, la humillación, la rutina lamentable, los años monótonos, los fracasos que van royendo la ropa y el alma, el refugio en una soledad resentida, en un bistró de barrio. Pero lo peor de todo no era el destino de Luc; lo peor era que Luc moriría a su vez y otro hombre repetiría la figura de Luc y su propia figura, hasta morir para que otro hombre entrara a su vez en la rueda. Luc ya casi no le importaba; de noche, su insomnio se proyectaba más allá hasta otro Luc, hasta otros que se llamarían Robert o Claude o Michel, una teoría al infinito de pobres diablos repitiendo la figura sin saberlo, convencidos de su libertad y su albedrío. El hombre tenía el vino triste, no había nada que hacerle.
         —Ahora se ríen de mí cuando les digo que Luc murió unos meses después, son demasiado estúpidos para entender que... Sí, no se ponga usted también a mirarme con esos ojos. Murió unos meses después, empezó por una especie de bronquitis, así como a esa misma edad yo había tenido una infección hepática. A mí me internaron en el hospital, pero la madre de Luc se empeñó en cuidarlo en casa, y yo iba casi todos los días, y a veces llevaba a mi sobrino para que jugara con Luc. Había tanta miseria en esa casa que mis visitas eran un consuelo en todo sentido, la compañía para Luc, el paquete de arenques o el pastel de damascos. Se acostumbraron a que yo me encargara de comprar los medicamentos, después que les hablé de una farmacia donde me hacían un descuento especial. Terminaron por admitirme como enfermero de Luc, y ya se imagina que en una casa como ésa, donde el médico entra y sale sin mayor interés, nadie se fija mucho si los síntomas finales coinciden del todo con el primer diagnóstico... ¿Por qué me mira así? ¿He dicho algo que no esté bien?
         No, no había dicho nada que no estuviera bien, sobre todo a esa altura del vino. Muy al contrario, a menos de imaginar algo horrible la muerte del pobre Luc venía a demostrar que cualquiera dado a la imaginación puede empezar un fantaseo en un autobús 95 y terminarlo al lado de la cama donde se está muriendo calladamente un niño. Para tranquilizarlo, se lo dije. Se quedó mirando un rato el aire antes de volver a hablar.
         —Bueno, como quiera. La verdad es que en esas semanas después del entierro sentí por primera vez algo que podía parecerse a la felicidad. Todavía iba cada tanto a visitar a la madre de Luc, le llevaba un paquete de bizcochos, pero poco me importaba ya de ella o de la casa, estaba como anegado por la certidumbre maravillosa de ser el primer mortal, de sentir que mi vida se seguía desgastando día tras día, vino tras vino, y que al final se acabaría en cualquier parte y a cualquier hora, repitiendo hasta lo último el destino de algún desconocido muerto vaya a saber dónde y cuándo, pero yo sí que estaría muerto de verdad, sin un Luc que entrara en la rueda para repetir estúpidamente una estúpida vida. Comprenda esa plenitud, viejo, envídieme tanta felicidad mientras duró.
         Porque, al parecer, no había durado. El bistró y el vino barato lo probaban, y esos ojos donde brillaba una fiebre que no era del cuerpo. Y sin embargo había vivido algunos meses saboreando cada momento de su mediocridad cotidiana, de su fracaso conyugal, de su ruina a los cincuenta años, seguro de su mortalidad inalienable. Una tarde, cruzando el Luxemburgo, vio una flor.
         —Estaba al borde de un cantero, una flor amarilla cualquiera. Me había detenido a encender un cigarrillo y me distraje mirándola. Fue un poco como si también la flor me mirara, esos contactos, a veces... Usted sabe, cualquiera los siente, eso que llaman la belleza. Justamente eso, la flor era bella, era una lindísima flor. Y yo estaba condenado, yo me iba a morir un día para siempre. La flor era hermosa, siempre habría flores para los hombres futuros. De golpe comprendí la nada, eso que había creído la paz, el término de la cadena. Yo me iba a morir y Luc ya estaba muerto, no habría nunca más una flor para alguien como nosotros, no habría nada, no habría absolutamente nada, y la nada era eso, que no hubiera nunca más una flor. El fósforo encendido me abrasó los dedos. En la plaza salté a un autobús que iba a cualquier lado y me puse absurdamente a mirar, a mirar todo lo que se veía en la calle y todo lo que había en el autobús. Cuando llegamos al término mino, bajé y subí a otro autobús que llevaba a los suburbios. Toda la tarde, hasta entrada la noche, subí y bajé de los autobuses pensando en la flor y en Luc, buscando entre los pasajeros a alguien que se pareciera a Luc, a alguien que se pareciera a mí o a Luc, a alguien que pudiera ser yo otra vez, a alguien a quien mirar sabiendo que era yo, y luego dejarlo irse sin decirle nada, casi protegiéndolo para que siguiera por su pobre vida estúpida, su imbécil vida fracasada hacia otra imbécil vida fracasada hacia otra imbécil vida fracasada hacia otra...
         Pagué.



  • Nuestra compañera Greta, en su opinión sobre este texto ha escrito estas bellas palabras, propias de alguien que, como ella, ama la poesía: "Valoro la gran capacidad de los autores que consiguen desnudar sus almas y lanzarse al precipicio de sus adentros".

viernes, 21 de marzo de 2014

NARRATIVA HISPANOAMERICANA

   Leamos algún fragmento narrativo de autores hispanoamericanos pertenecientes al llamado "Boom":


- Cuentos de Julio Cortázar: de su libro Historia de Cronopios y famas podéis encontrar relatos como el narrado en el vídeo anterior: "Instrucciones para dar cuerda a un reloj". En esta página podéis encontrar diez cuentos de este autor. Aparecen también los que hemos leído en clase como "La noche boca arriba" y "Continuidad de los parques. Por su novedoso humor os dejo aquí este otro cuento de Julio Cortázar incluido en su libro "La vuelta al día en ochenta mundos".

                                                                              POR ESCRITO GALLINA UNA
Con lo que pasa es nosotras exaltante. Rápidamente del posesionadas mundo estamos hurra. Era un inofensivo aparentemente cohete lanzado Cañaveral americanos Cabo por los desde. Razones se desconocidas por órbita de la desvió, y probablemente algo al rozar invisible la tierra devolvió a. Cresta nos cayó en la paf, y mutación golpe entramos de. Rápidamente la multiplicar aprendiendo de tabla estamos, dotadas muy literatura para la somos de historia, química menos un poco, desastre ahora hasta deportes, no importa pero: de será gallinas cosmos el, carajo qué.
- Cuentos de Gabriel García Márquez: Aquí puedes leer cuentos de Gabriel García Márquez, entre ellos el que leímos en clase: "Drama del desencantado".

martes, 18 de marzo de 2014

ANTOLOGÍA DEL TEATRO DEL SIGLO XX

 Leamos textos del teatro del siglo XX para entender mejor la lectura de "La casa de Bernarda Alba". Esta es una pequeña antología que os servirá para escoger alguna escena que representaréis en clase:




LOS INTERESES CREADOS (Jacinto Benavente) Prólogo
  1. He aquí el tinglado de la antigua farsa, la que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinanltes, la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos, la que juntó en ciudades populosas a los más variados concursos, como en París sobre el Puente Nuevo, cuando Tabarín desde su tablado de feria solicitaba la atención de todo transeúnte, desde el espetado doctor que detiene un momento su docta cabalgadura para desarrugar por un instante la frente, siempre cargada de graves pensamientos, al escuchar algún donaire de la alegre farsa, hasta el pícaro hampón, que allí divierte sus ocios horas y horas, engañando al hambre con la risa; y el prelado y la dama de calidad, y el gran señor desde sus carrozas, como la moza alegre y el soldado, y el mercader y el estudiante. Gente de toda condición, que en ningún otro lugar se hubiera reunido, comunicábase allí su regocijo, que muchas veces, más que de la farsa, reía el grave de ver reír al risueño, y el sabio al bobo, y los pobretes de ver reír a los grandes señores, ceñudos de ordinario, y los grandes de ver reír a los pobretes, tranquilizada su conciencia con pensar: ¡también los pobres ríen! Que nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa. Alguna vez, también subió la farsa a palacios de príncipes, altísimos señores, por humorada de sus dueños, y no fue allí menos libre y despreocupada. Fue de todos y para todos. Del pueblo recogió burlas y malicias y dichos sentenciosos, de esa filosofía del pueblo, que siempre sufre, dulcificada por aquella resignación de los humildes de entonces, que no lo esperaban todo de este mundo, y por eso sabían reírse del mundo sin odio y sin amargura. Ilustró después su plebeyo origen con noble ejecutoria: Lope de Rueda, Shakespeare, Molière, como enamorados príncipes de cuento de hadas, elevaron a Cenicienta al más alto trono de la Poesía y el Arte. No presume de tan gloriosa estirpe esta farsa, que por curiosidad de su espíritu inquieto os presenta un poeta de ahora. Es una farsa quiñolesca, de asunto disparatado, sin realidad alguna. Pronto veréis cómo cuanto en ella sucede no pudo suceder nunca, que sus personajes no’ son ni semejan hombres y mujeres, sino muñecos o fantoches de cartón y trapo, con groseros hilos, visibles a poca luz y al más corto de vista. Son las mismas grotescas máscaras de aquella comedia de Arte italiano, no tan regocijadas como solían, porque han meditado mucho en tanto tiempo. Bien conoce el autor que tan primitivo espectáculo no es el más digno de un culto auditorio de estos tiempos; así, de vuestra cultura tanto como de vuestra bondad se ampara. El autor sólo pide que aniñéis cuanto sea posible vuestro espíritu. El mundo está ya viejo y chochea; el Arte no se resigna a envejecer, y por parecer niño finge balbuceos. . . Y he aquí cómo estos viejos polichinelas pretenden hoy divertiros con sus niñerías.



                                 LUCES DE BOHEMIA (Ramón del Valle-Inclán) Escena XII
   Según el DRAE, «esperpento» es, en primer lugar, un «Hecho grotesco o desatinado». Lo «grotesco», a su vez, es algo «1. Ridículo y extravagante. 2. adj. Irregular, grosero y de mal gusto».  Y «desatinado» se aplica a lo «Desarreglado, sin tino». De modo que «esperpento» puede ser lo mismo una persona que cualquier cosa: «Fulano es un esperpento»; «Esa película es un verdadero esperpento». 
En otra acepción se define el «esperpento» con el significado de «Persona o cosa notable por su fealdad, desaliño o mala traza». En este caso también la palabra puede referirse tanto a personas como a cosas, aunque por tal definición es más fácilmente aplicable a personas. Esta concepción del «esperpento» ha originado algunos derivados, como el adjetivo «esperpéntico», que define lo grotesco, absurdo y fuera de lo convencional. 
Otra definición de «esperpento» en el DRAE es la de «Género literario creado por Ramón del Valle-Inclán, escritor español de la generación del 98, en el que se deforma la realidad, recargando sus rasgos grotescos, sometiendo a una elaboración muy personal el lenguaje coloquial y desgarrado».

Escena Duodécima.

Max: ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
Don Latino: Una tragedia, Max.
Max: La tragedia nuestra no es tragedia.
Don Latino: ¡Pues algo será!
Max: El Esperpento.
Don Latino: No tuerzas la boca, Max.
Max: ¡Me estoy helando!
Don Latino: Levántate. Vamos a caminar.
Max: No puedo.
Don Latino: Deja esa farsa. Vamos a caminar.
Max: Échame el aliento. ¿A dónde te has ido, Latino?
Don Latino: Estoy a tu lado.
Max: Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Le torearemos.
Don Latino: Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
Max: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
Don Latino: ¡Estás completamente curda!
Max: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
Don Latino: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
Max: España es una deformación grotesca de la civilización europea.
Don Latino: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
Max: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
Don Latino: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
Max: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.


   Aquí puedes leer la obra completa de Luces de Bohemia. Este video es muy interesante para entender mejor esta obra.

                            El teatro fácil de los hermanos Álvarez Quintero
 Los entremeses de los hermanos Álvarez Quintero formaban parte de ese teatro de principios del siglo XX que triunfaba entre el público. Aquí puedes leer el ejemplo de un texto de fácil representación: el entremés titulado "Ganas de reñir"

jueves, 13 de marzo de 2014

EXAMEN TIPO PAU (JUNIO 2011)

                                                           OPCIÓN B

   En las vacaciones desconectamos de la disciplina que nos imponen las fechas de entrega, las reuniones y la lista de lo que tenemos que hacer. Intentamos no ser esclavos del reloj. La
disciplina a veces nos impone renunciar a lo que nos gustaría, la asociamos a los deberes y los límites y por ello nos pone en tensión. Entonces sentimos que la disciplina es más una carga que una liberación. Pero es posible conseguir una vida plena si logramos incorporar prácticas y normas que empiezan siendo una disciplina y acaban saliendo de manera natural como desayunar cada mañana.
      La experiencia nos demuestra que necesitamos disciplina para lograr lo que queremos y llegar adonde anhelamos. Un atleta la necesita para mantenerse en forma y alcanzar unas metas. Cuando uno ama su propósito y sus metas, disfruta de la práctica y vive la disciplina como una aliada. Primero necesitamos tener una visión clara de lo que queremos y que nos motive. La motivación por satisfacer unos objetivos nos ayudará a ser disciplinados.
   En otras ocasiones es la necesidad vital y de autoestima la que nos ayuda: el cuidado del ser. A nivel personal, a todos nos beneficia el dormir y el comer con regularidad en horarios más o menos fijos, y el hacer ejercicio con constancia nos lleva a tener un cuerpo más sano. ¿Qué es lo que necesitamos para estar bien? Intentemos incorporarlo en nuestro día a día. Por ejemplo, parar unos momentos para distanciamos durante cinco minutos del ambiente, tal vez caótico, que nos rodea, de modo que podamos relajarnos y actuar con serenidad, sin impulsividad.
   Otra práctica que podemos incorporar cada mañana, a modo de disciplina aliada de nuestro bienestar, es la de visualizar la jornada durante unos minutos. ¿En qué nos centraremos?    ¿Qué queremos aportar a nuestro entorno? Así saldremos de casa equipados con los valores y las actitudes que nos ayudarán a afrontar las situaciones con valentía, paciencia, tolerancia, amor, determinación, y/o asertividad.
PREGUNTAS
1. COMENTARIO crítico personal de este fragmento {4 puntos}.
[No es un comentario lingüístico, sino crítico personal. No olvides incluir un resumen. Lo fundamental es opinar razonando.]
Primer párrafo (resumen del texto): Frente a la asociación que solemos hacer entre disciplina y una carga negativa en nuestra vida, el autor opina en este texto que la disciplina  puede acabar siendo un hábito natural y muy positivo para  conseguir los fines que nos hayamos marcado en nuestra existencia. Además se puede lograr con sencillos ejercicios de reflexión que podemos repetir cada día y que nos ayudarán a afrontar lo cotidiano de forma placentera. 

Segundo párrafo: comenzamos con la formulación del tema del texto: El tema del texto es una defensa de la asunción de la disciplina en nuestra vida para mejorarla. Intención del autor: Está clara la intención del autor de convencer al lector de su tesis -  ser disciplinado puede mejorar  nuestras vidas- no solo porque explica las ventajas de hacerlo sino porque nos muestra hasta dos ejemplos prácticos de cómo podemos serlo cada día. Comentario sobre el tipo de lectores a los que llegaría este texto. Es, por lo tanto, un texto escrito pensando en acercarse al lector, en ser comprendido por este, de ahí la presencia de los ejemplos que hemos mencionado anteriormente y las continuas interrogaciones retóricas que pretenden guiar al lector en su camino hacia la disciplina como una práctica sana y beneficiosa. Por eso, este texto, que puede ser comprendido por cualquier lector de cultura media, puede despertar el interés en aquellos  interesados en los temas denominados "de autoayuda" que divulgan contenidos relacionados con la psicología del día a día -Comentario sobre el tema- muy de actualidad en nuestro tiempo y que permanecen vigentes y continuamente demandados, quizás, por el ritmo de vida que seguimos y que conlleva, en muchas ocasiones, problemas de estrés, ansiedad, desarraigo o soledad.  Presentación de un tema de interés relacionado con el texto. Así pues, el tema nos plantea la siguiente cuestión: ¿estamos de acuerdo con la tesis del autor y, por tanto, reconocemos la importancia de la disciplina para conseguir nuestro bienestar diario?

Tercer párrafo: desarrollo de los argumentos. Utilizo conectores para ordenar mi discurso. En este caso es un conector para reafirmar lo dicho en el texto Ciertamente, si analizamos el comportamiento de determinadas personas que parecen perseguidas por un sino de conflictividad, vemos que carecen en muchos casos de mecanismos para frenar la impulsividad y de hábitos de disciplina de cualquier tipo. El ejemplo se ve todavía más claro cuando nos fijamos en los adolescentes: ¿cuántos de ellos nos encontramos que no tienen un horario de descanso fijo, que se saltan el desayuno y comen mal, tarde o nunca y siempre alimentos que quizás no merecen tal nombre? Y no hablemos de su nula disciplina en cuanto al trabajo diario, al estudio programado fuera del "empacho" del día anterior al examen.
  
Cuarto párrafo: comienzo con un conector consecutivo Así pues, sí que considero la importancia de la disciplina sobre todo si hablamos de educación. Pero no se trata de volver al "manu militari", sino de encontrar las estrategias educativas adecuadas para que algunas normas  queden tan  arraigadas  en los niños que, como dice el texto, acaben siendo asumidas por ellos con total naturalidad. ¿Cómo se logra eso? En mi opinión, el principal requisito es que los padres ejerzan como tales y huyan del moderno "colegueo" que tanto daño ha hecho a muchos adolescentes actuales.
   
Quinto párrafo: introduzco un conector adversativo: le pongo un "pero" a mi propia argumentación. Sin embargo, creo que el texto nos hace pensar en un concepto de la disciplina más general, no aplicada a la educación como he pensado yo ni al deporte, por ejemplo, un campo en el que también se considera muy necesaria, sino que se refiere más a un autocontrol muy positivo para nuestra cotidianidad: ser disciplinado significa que, cada día, podemos aislarnos de la vorágine que nos rodea y pensar en nuestro modo de actuar. Ser disciplinado en no dejarnos llevar por el impulso fácil que tantos malestares puede causarnos en nuestra vida en sociedad.
   
Sexto párrafo y final. Conector de cierre. Recojo las ideas que aparecen en todo el comentario En definitiva, la disciplina, tan denostada por algunos que la asocian con el autoritarismo,  puede ser una solución para paliar muchas de nuestros problemas derivados de nuestra vida en sociedad: la disciplina podría entenderse como una serie buenos hábitos para nuestro cuerpo y nuestra mente, algo que nos permita "saber estar" en sociedad. Es similar al famoso consejo de contar hasta diez antes de decir o hacer algo de lo que nos podamos arrepentir.
  


2. LÉXICO
2.1. Significado que tienen, en este fragmento, estas cuatro palabras: desconectamos [línea 1], tensión
[línea 4], aliada [líneas 11 y 19], asertividad [línea 23]. {0,5 puntos}
2.2. Indicar y explicar qué palabras, o grupos de palabras, de este fragmento tienen similitud semántica
con la idea de “valores personales”. {0,5 puntos} [Poner cinco palabras, o grupos de palabras, al menos.]
3. SINTAXIS y MORFOLOGÍA.
3.1.- Análisis sintáctico.
a) Estructura oracional de: «El estudiante cuya vida sea disciplinada, aprobará la Selectividad». {0,5 puntos}
[No es necesario poner rayas, aunque están permitidas. Basta con decir: 1) la clase de relación (yuxtaposición, coordinación o subordinación) y
2) el tipo de coordinación o subordinación.]
b) Función sintáctica de las siguientes cinco unidades: (1)estudiante, (2)vida, (3)sea, (4)disciplinada,
(5)Selectividad. {1 punto} ///¡Ojo! En la respuesta hay que poner la palabra, no el número.///
[Hay que decir sólo qué función desempeña cada una de estas cinco unidades en esa oración: sujeto, complemento...]
3.2.- Análisis morfológico de las siguientes cinco palabras: (1)estudiante, (2)cuya, (3)sea, (4)la,
(5)aprobará. {0,5 puntos} ///¡Ojo! En la respuesta hay que poner la palabra, no el número.///
[De cada una de estas palabras se debe decir qué categoría (sustantivo, preposición, verbo, conjunción...) y qué rasgos morfológicos (género,
número, persona, voz, modo...) tiene en su oración, que es la misma del análisis sintáctico.]

lunes, 10 de marzo de 2014

EL EXAMEN DE LA POLÉMICA

   Ya lo dijo el sabio Quijote: "Más vale non meneallo". Recuerda este episodio de la novela de Cervantes para que conozcas esta referencia de primera mano (¡¡Por el acervo cultural!!). 


   Digo aquesto porque este fue un examen que levantó polémicas, susceptibilidades y vivencias de las que podemos aprender pero de las que no es necesario hablar todo el tiempo: hagámosle caso al Quijote y no lo meneemos innecesariamente.

      "Existe una oficina en el mundo en la que se puede dar el pecho, poner el chupete y cambiar los pañales frente al ordenador. Está en Japón, el país donde el trabajo es más que una religión y en el que se registra una tasa de empleo femenino un 20% por debajo de la masculina. Este oasis único es la sede de la compañía textil Mo-House, que se dedica a fabricar ropa cómoda y trendy que permita a las madres amamantar a sus bebés en sitios publicos sin que apenas se note. Es la única empresa del país donde solo trabajan mujeres con niños pequeños y -¡atención!- a los que se permite acudir con ellos a la oficina. La historia de esta empresa es, cuando menos, curiosa. Todo empezó un día en el que la pintura Yuka Mitshuate viajaba en tren y su hijo pequeño comenzó a llorar sin consuelo. Tuvo que bajarse la camisa para darle de mamar en un país puritano y estricto con las normas de vestuario en público. Así puso en marcha su idea de diseñar ropa discreta para madres en apuros. En ese momento también se dio cuenta de que el 70 por ciento de las japonesas dejan de trabajar cuando tienen su primer hijo porque las jornadas interminables, las pocas ayudas sociales -ni siquiera existen las guarderías públicas- y un sistema fiscal que favorece a las familias en las que solo trabaja uno, se lo impiden. Una realidad que le animó a contratar solo a mujeres preferentemente embarazadas y con hijos pequeños.
   El mundo al revés: los bebés en la oficina en la que las mujeres pueden trabajar con sus hijos en brazos: ¿femenismo o tortura?"

Primer párrafo: resumen del texto.  En este texto se nos describen las singulares características de una oficina japonesa en la que se contratan preferentemente a mujeres embarazadas o con hijos pequeños, con los que pueden asistir al trabajo, al revés de lo que ocurre en el resto de oficinas del país y del mundo occidental en general. Esta oficina ha sido ideada por una empresaria de la misma nacionalidad que, tras una experiencia personal, se propuso mejorar no solo las precarias condiciones laborales de las madres niponas  sino también las de su vida en sociedad, ya que se dedica a diseñar ropa que permita a las mujeres dar de mamar a sus hijos con la discreción y reserva que se exige en un país celoso de la corrección pública en cuanto a la vestimenta. Además de esta descripción, el autor del texto se pregunta si este hecho -poder llevar a los bebés al trabajo- puede considerarse un avance para la mujer o bien  una tortura para los niños.
Segundo párrafo: comenzamos formulando el tema del texto. La invitación a reflexionar sobre las consecuencias de llevar a los bebés al trabajo , tal y como se hace en una oficina concreta de Japón, podría considerarse el tema de este texto.Podemos incluir una reflexión sobre la estructura del texto si, como en este caso, presenta alguna curiosidad digna de hacer mención. En primer lugar, el autor expone en un solo párrafo el funcionamiento de la oficina japonesa y el porqué de su existencia y en un segundo párrafo lanza una pregunta retórica que empuja a la reflexión del lector. No se trata de la típica pregunta  que sirve para evidenciar las ideas del autor, sino que se trata de una pregunta disyuntiva (o una cosa o la otra) que pone claramente en evidencia -mencionamos la que nosotros creemos que es la intencionalidad del autor-la intención del autor de crear un debate en la sociedad -alusión a las características del tema escogido-, un punto de controversia con un tema de actual vigencia en nuestros días, pues igual que interesan los derechos de las mujeres, no es de menor importancia el tema del bienestar de los niños.Alusión al tipo de lectores a los que podría interesar el texto:Por esa razón, creemos que el texto va dirigido sobre todo a personas conocedoras de la actualidad y críticas con ella e interesadas por temas relacionados con la problemática de la mujer trabajadora y con hijos, por lo que podría ser un artículo tomado de una revista de las denominadas "femeninas" por el público que las compra mayoritariamente.Formulamos ahora un tema de interés sobre el que vamos a opinar. Desde luego, el tema del texto a mí también me genera dudas: ¿la solución para los problemas laborales que cualquier madre puede tener es llevar a los niños al trabajo?.
Tercer párrafo: comenzamos a argumentar sobre el tema. Escogemos un conector que sirva para ordenar nuestro discurso. En primer lugar, seguro que muchas madres que se levantan cada mañana para ir a trabajar y tienen que preparar a sus hijos para dejarles al cuidado de alguien o en una guardería, no verían con malos ojos poder llevarlos con ellas al trabajo. Recuerdo unas imágenes de un noticiario en las que se mostraba a una parlamentaria europea amamantando a su bebé mientras asistía y escuchaba la sesión correspondiente. Sin embargo, es evidente que no en todos los trabajos se podría hacer eso: ¿cómo puede una profesora dar clase y atender a su bebé? ¿Y la operaria de una fábrica que tiene que atender, pongamos por ejemplo, a una cadena de montaje? Quizás en algunas labores de oficina con determinadas características físicas -posibilidad de estar sentada y atendiendo a un ordenador o a un teléfono o al  discurso de un colega parlamentario- permitan que una mujer pueda trabajar con su bebé cerca.
   Sin embargo -conector de oposición- los bebés requieren también una dedicación especial, igual o mayor que la que nos piden en cualquier trabajo. No son máquinas programables: lloran si no tienen el bienestar que necesitan: comida, bebida, alimentación, limpieza, silencio, sosiego... Algo que no siempre se encuentra en los centros de trabajo. Muy al contrario, si muchos de los trabajadores y trabajadoras acaban su jornada laboral con tensión, ansiedad, fatiga o agotamiento -lo que damos a llamar hoy en día estrés-, ¿cómo sabemos que eso no le ocurrirá también a nuestro bebé lejos de su entorno "protegido" ? (su cuna, su habitación, su lugar de juego...).
   Mas bien,-sigo oponiéndome a lo dicho anteriormente- yo creo que esta solución ideada por la pintora empresaria de la que nos habla en texto es posible en un país como Japón, o también en China o Corea del Sur, lugares en los que el trabajo, como dice el texto,"es más que una religión". No en vano, todos sabemos que hacer una huelga "a la japonesa" es algo bien distinto a lo que nosotros, desde el principio del capitalismo, entendemos por "huelga". ¿Tenemos que exportar este modo de vida -o de trabajo- a una sociedad como la mediterránea donde se ha inventado el concepto -quizás incomprensible para los nipones- de "il dolce far niente"?
Párrafo final: conector de cierre. Recopilo las ideas que han aparecido desde el principio del texto. En definitiva, si bien podemos aprender mucho de la cultura oriental, yo abogaría porque no nos dejáramos llevar por la fiebre laboral que por esos lares se estila como si una epidemia de carácter endémico se tratara. Luchemos por conseguir permisos de maternidad o de paternidad más amplios, por el derecho de las mujeres embarazadas a conservar su puesto de trabajo...Al fin y al cabo, es una inversión: que los jóvenes tengan facilidades para tener hijos, que estos hijos puedan descansar ahora que pueden. Algún día, su trabajo nos pagará las pensiones.

   

miércoles, 5 de marzo de 2014

EL LATÍN DE 4º POCO A POCO. REPASO DE LA PRIMERA Y SEGUNDA DECLINACIÓN.

   Sigo empeñada en aclarar las dudas que seguís teniendo con el latín.
   Vamos a repasar todo lo estudiado hasta ahora:

  • Primera declinación. Este es el modelo que debes seguir y copiar en tu cuaderno. Recuerda que la mayoría de las palabras de esta declinación son femeninas, excepto las que desigan a profesiones como poeta, marinero o agricultor: 
terra, -ae
Sg.
Pl.
Nominativo
terr-aterr-ae
Vocativo
terr-aterr-arum
Acusativo
terr-amterr-as
Genitivo
terr-aeterr-arum
Dativo
terr-aeterr-is
Ablativo
terr-aterr-is
  •  Ahora practica con los sustantivos de la primera declinación con estos ejercicios: ejercicio 1, ejercicio 2 y ejercicio 3.
  • Segunda declinación, género masculino. Este es el modelo de los sustantivos más numerosos terminados en us: 
populus, -i
Singular
Plural
Nominativo
popul-uspopul-i
Vocativo
popul-epopul-i
Acusativo
popul-umpopul-os
Genitivo
popul-ipopul-orum
Dativo
popul-opopul-is
Ablativo
popul-opopul-is

  • Practica con estos ejercicios: aquí,, aquí y en este otro ejercicio
  • Existen otros sustantivo de la 2ª declinación que son un poco "raritos" porque tienen el nominativo en "r". Solo se distinguen de los anteriores en el nominativo y en el vocativo. El modelo de este tipo especial de sustantivos es el de puer-pueri (niño):
  • puer, -i
    Singular
    Plural
    Nominativo
    puerpuer-i
    Vocativo
    puerpuer-i
    Acusativo
    puer-umpuer-os
    Genitivo
    puer-ipuer-orum
    Dativo
    puer-opuer-is
    Ablativo
    puer-opuer-is
  • Practica con sustantivos de este tipo en los siguientes ejercicios: ejercicio.1, y  ejercicio. 2 .
  • Por último están los sustantivos de la 2º que son neutros. Tienen la característica de tener el nominativo, el vocativo y el acusativo singular en "um" y el nominativo, vocativo y acusativo del plural terminado en "a". Este es el modelo, significa: fortaleza.
  • oppidum, -i
    Singular
    Plural
    Nominativo
    oppid-umoppid-a
    Vocativo
    oppid-umoppid-a
    Acusativo
    oppid-umoppid-a
    Genitivo
    oppid-ioppid-orum
    Dativo
    oppid-ooppid-is
    Ablativo
    oppid-ooppid-is
  • Practica con los siguientes ejercicios: 1, 2, 3 y
  • En este ejercicio puedes practicar con todos los sustantivos anteriores. 

  • Ahora construye oraciones fijándote en los ejemplos:

  • Ejemplos de oraciones con complemento directo (acusativo) e indirecto (dativo)
    Sujeto (nominativo en singular o en plural)
    CD (acusativo en singular o en plural)
    CI (dativo en singular o en plural)
    Verbo (en singular o en plural
    Traducción
    Servi

    terras




    dominis
    laborant
    Los esclavos trabajan las tierras a los señores.
    Puella
    rosam
    ancillae
    dat


    Poetae
    historias
    puellis
    narrant


    Romani
    oppida
    Galliis
    vastant



Ejemplos de oraciones con complemento directo (transitivas)
Sujeto (nominativo en singular o en plural)CD (acusativo en singular o en plural)Verbo (en singular o en pluralTraducción
Agricolae terras laborant Los agricultores aman las tierras.
RomaniGalliam vastant

Femina filliamamat

Magistrahistoriasnarrat

martes, 4 de marzo de 2014

HECHOS DE LA REPÚBLICA

    El primer     triunvirato.

  Queriendo crecer políticamente, Julio César buscó la amistad de Pompeyo, que era entonces el más glorioso de los romanos, y la de Craso, el más rico de todos, formando con ellos una alianza que se llamó triunvirato.

  Como consecuencia inmediata de la alianza formada, Cesar obtuvo el consulado , al que siguió su proconsulado en las Galias , mientras Pompeyo alcanzaba el de España e Italia y Craso el de Siria.
  César dominó completamente la Galia, que hasta entonces sólo en parte estaba sometida a los romanos, y luego sojuzgó a los belgas y los helvecios (suizos), haciendo también un desembarco en las costas de la Gran Bretaña.
Craso marchó al Oriente, y después de saquear el templo de Jerusalén, quiso conquistar la India. Se internó en las llanuras de la Mesopotamia, donde encontró un ejército enemigo, pereciendo en la batalla con casi todos los suyos.
Julio Cesar

Pompeyo, en cambio, no marchó a su provincia, figurándose que permaneciendo en Roma era dueño de la República; y realmente gobernaba como cónsul único. César, viendo que había llegado el momento de lograr el poder supremo, no vaciló ya, y se puso en marcha para derrocar a Pompeyo.
Pompeyo

A pesar de la prohibición impuesta a todo general de franquear su provincia al frente de sus tropas, César pasó el Rubicón (año 49), riachuelo de Italia, que desagua en el Adriático y formaba el límite entre ésta y la Galia Cisalpina.
Pompeyo, sorprendido con aquel brusco ataque, huyó a Grecia con el Senado; César entró sin resistencia en Roma y se hizo dueño de Italia.
Se encaminó luego a España y allí derrotó al ejército pompeyano, mandado por los generales Afranio y Petreyo, quedando también dueño de esa región.
A su regreso, Roma le otorgó el título de dictador. Marchó después en busca de Pompeyo a Grecia y venció en la batalla de Farsalia a su rival; éste se embarcó para Egipto, cuyo rey Ptolomeo le hizo dar muerte.
 Craso.
     
La   revuelta de los gladiadores.(espartaco)  
El nombre de Espartaco ha pasado a la historia por su rebelión contra el mayor imperio del mundo antiguo: El Imperio Romano. Nacido en Tracia, fue puesto al servicio del ejército romano, pero mas tarde por desertor fue vendido como esclavo para una escuela de gladiadores. Siendo un indiscutido luchador en la arena, organizó una revuelta en el año 73 a. C. Los motivos por los que se revelaron fueron las crueles condiciones de vida que sufrían, y posiblemente todo habría terminado en unas semanas de no ser por la habilidad como luchador y su ideal de libertad de Espartaco.
Los acontecimientos que acaecieron en la parte meridional de la península italiana durante los años 73, 72 y 71 antes de Cristo se conocen habitualmente con el nombre de la Revuelta de Espartaco o también como la Guerra de los Gladiadores. Ninguna de estas denominaciones corresponde a lo que realmente fue. De hecho, Espartaco no era sino uno de los jefes del movimiento y su acción personal sólo representó una pequeña parte dentro de la acción general. Por otro lado, si al principio fue sólo una banda de
gladiadores fugitivos la que hizo estallar la revuelta, más adelante se le añadieron masas compactas de esclavos y de proletarios de todas clases y características que modificaron
radicalmente su aspecto primitivo.

     

   Julio cesar
Cayo Julio César (13 de julio de 100 a. C – 15 de marzo de 44 a. C.) fue un líder político y militar romano. Jugó un papel fundamental en la transformación de la República romana en el Imperio Romano.
Gobierno autoritario de Julio Cesar luego del fin del Primer Triunvirato
Julio César, finalmente introdujo su poder exclusivamente, reformó el Senado romano, aumento el número de senadores de orientación política afina sus intereses . Además, aumentó el número de tribunales en colonias fundada por él. Fue nombrado por el Senado Máximo Pontífice, Padre de la Patria , nombrado Dictador perpetuo y había aprobado varias leyes que concentraban el poder en sus manos
La matanza de Julio Cesar.
Julio César saldría en la mañana del día, y debía asistir a la sesión del Senado. Además, su esposa Calpurnia tuvo premoniciones las cuales le aterraron , pero Cesar le dijo que solo debía temerse al miedo mismo. El general Marco Antonio, había escuchado vagamente de la trama de conspiración para matar a Julio Cesar la noche anterior y temiendo lo peor, fue al encuentro de César en el Foro del senado. Sin embargo, el grupo de senadores conspiradores interceptaron a César justo cuando se encontraba pasando el teatro de Pompeyo, situado en el campo de Marte y lo dirigieron a una sala adyacente al pórtico del Teatro de Pomepeyo
Frases dichas por Julio Cesar
 1.Alea jacta est
 Frente al río Rubicón, límite entre Italia y la Galia, después de haber conquistado esta última se encontraba Julio César cuando mencionó esta frase. Sabía que cruzando el río daba comienzo a la guerra civil en Roma, contra Pompeyo y la autoridad del Senado.
Hay varias versiones de la historia y la frase pero el mensaje es el mismo. Julio César sabía que el cruce del río por su ejército era un punto de no retorno y la suerte estaba echada a partir de aquel momento.
2.Veni , vidi , vici.(47 a. C.)
César usó la frase dirigiéndose al senado romano, describiendo su victoria reciente sobre Farnaces II del Ponto en la Batalla de Zela. Sirvió para recordar al senado su destreza militar


El segundo triunvirato
El segundo triunvirato es el nombre que los historiadores dan a la oficial alianza política de Cayo Julio César Octavio (más tarde conocido como Augusto), Marco Emilio Lépido y Marco Antonio, que formaron el 26 de noviembre de 43 a. C.
Inicio y desarrollo del Segundo Triunvirato
A diferencia del anterior Triunvirato ( Primer Triunvirato), el segundo triunvirato fue una institución oficial, legalmente establecida, cuyo poder abrumador y jurídico se impuso en el estado romano y cuyo poder imperaba más que todos los otros magistrados, incluyendo a los cónsules. Durante un tiempo, Roma vivió en paz.
Fin del Segundo Triunvirato Romano

Marco Antonio, viajaria a Egipto y seria atraido por la reina de Egipto, Cleopatra, esto debilitaria las relaciones entre él y Octavio ya que Marco Antonio estaba casado con Octavia la Menor, hermana de Octavio, finalmente Marco Antonio se aliaria a Cleopatra en contra de Octavio esto originaria nuevamente una guerra civil romana. La guerra se decidiria en la Batalla Naval de Actium, en el mar de Grecia, donde la flota de Octavio (comandada por el general Agripa) derrotaria a la flota de Marco Antonio y de Cleopatra, que luego de la derrota se refugiarian en Egipto, pero serian perseguidos por Octavio, que resultaria en el suicidio de Marco Antonio y Cleopatra.

Octavio y Cleopatra

Batalla Naval de Actium

Títulos que recibió Octavio del senado.
El senado le ortorga los títulos de Augustus y Princeps, con derecho a portar la corona cívica de roble y laurel, símbolo de una monarquía de facto.
Augustus, título religioso que simbolizaba la autoridad de Octavio.
Princeps, era el título concedido en la Roma Republicana a quienes habían servido con honor al estado romano.
César (plural "Césares") es un título imperial. Se deriva del cognomen Gaius Iulius Caesar ("Cayo Julio César"), el famoso general, cónsul y dictador romano asesinado durante los idus de marzo de 44 a. C.
Octavio Augusto.

El fin de la república.
El gran paso hacia un sistema político en el que el poder se acumulase en manos de una sola persona lo dio Sila (dictador en los años 82-79). La sistematización de Sila fue muy importante y una de las consecuencias que tuvo, y que influyó en gran medida en la política y en el propio final de la República, radicó en el hecho de que concentró todo el poder político en manos del Senado, hecho que no sucedió con el poder ejecutivo.
Esto dio lugar a que el Senado tuviera que confiar el ejecutivo a un hombre fuerte, a un general que, además, fuese político. A su vez, los populares también querían ocupar el poder provocando un fortalecimiento del poder personal a la hora de gobernar. El fortalecimiento del personalismo condujo a los triunviratos y a las dictaduras de César o Augusto, y supuso el fin de la República y el principio de una nueva etapa, el Imperio.
Cicerón y sus discursos.

Lucio Sergio Catilina era miembro de una familia noble empobrecida y uno de los principales apoyos de Sila. En el año 68 fue elegido pretor y al año siguiente gobernador de África. Sus mandatos no debieron ser muy positivos ya que fue enjuiciado por abuso de poder. Presentó su candidatura para cónsul en el año 65 que le fue denegada por estar bajo juicio. Esta podía ser una de las razones de la conjura encabezada por Catilina para ocupar el poder en el mes de octubre del año 63 a. C. La conjura fue descubierta por el cónsul Cicerón gracias a la información facilitada por la amante de uno de los conjurados. Cicerón pronunció ante el Senado cuatro encendidos discursos contra Catilina -los denominados "Catilinarias"-. El conjurado partió para Etruria donde Manlio se había sublevado y los partidarios que quedaban en Roma cometieron un error de cálculo que permitió a Cicerón acabar con la conjura y ajusticiar a cinco de los conspiradores. El cónsul Cayo Antonio se dirigió a Etruria para luchar contra los rebeldes. En Pistoia Catilina fue rodeado por el ejército de Antonio y murió en la batalla junto a 3.000 partidarios.