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EJEMPLOS DE VILLANCICOS COMENTADOS
En la fuente del rosel lavan la niña y el doncel.
En la fuente de agua clara con sus manos lavan la cara, él a ella y ella a él, lavan la niña y el doncel. En la fuente del rosel lavan la niña y el doncel.
Este texto es un poema compuesto por 8 versos de arte menor (todos los versos son octosílabos) con rima consonante. Responde a la estructura de las composiciones llamadas "villancicos", composiciones poéticas en castellano que comenzaron a escribirse en el siglo XV, porque se distinguen las siguientes partes:
- hay un estribillo o cabeza que aparece al principio (En la fuente del rosel/ lavan la niña y el doncel) y al final del texto
- hay una mudanza o glosa que explica o desarrolla lo que dice el estribillo (En la fuente de agua clara/ con sus manos lavan la cara,/él a ella y ella a él).
- Antes del estribillo propiamente dicho, aparece el segundo verso de este: es lo que se llama el verso de vuelta (lavan la niña y el doncel)
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En cuanto al tema, el poema alude a un encuentro amoroso entre una niña y su doncel aunque no de manera explícita sino mediante la utilización de símbolos que aparecen frecuentemente en los villancicos: la fuente y la acción de lavarse, que simbolizan en este tipo de lírica el encuentro entre los amante. Como en todos los textos de carácter popular, este villancico tiene numerosas repeticiones: la más evidente, el estribillo-, aunque también hay paralelismos: en la fuente del rosel/ en la fuente de agua clara. También se aprecia pleonasmo(con sus manos lavan la cara) para intensificar la expresividad del texto.
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.COMENTARIOS SOBRE TEXTOS POÉTICOS: LAS CANTIGAS DE AMIGO
Digades, filha, miía filha velida:
porque tardastes na fontana fría?
-Os amores el.
-Digades, filha, minha filha louçana:
porque tardaste na fría fontana?
-Os amores ei.
-Tardei, mia madre, na fontana fría,
cervos do monte a augua volvían.
-Os amores ei.
-Tardei, mia madre, na fría fontana:
cervos do monte volvían a augua.
-Os amores ei.
-Mentir, mia filha, mentir por amigo:
Nunca vi cervo que volvess´ o rio.
-Os amores ei.
-Mentir, mina filha, mentir por amado:
Nunca vi cervo que volvess´o alto.
-Os amores ei.
Dime, hija, hija mía hermosa,
¿por qué tardaste en la fuente fría?
Amores tengo.
Dime, hija, hija mía lozana,
¿por qué tardaste en la fría fuente?
Amores tengo.
Tarde, madre, en la fría fuente:
los ciervos del monte revolvían el agua.
Amores tengo.
Mientes, hija mía, mientes por el amigo;
nunca vi que un ciervo revolviese el río.
Amores tengo.
Mientes, hija mía, mientes por el amado:
nunca vi que un ciervo revolviese el río.
Amores tengo.
Las cantigas de amigo pertenecen a la lírica tradicional y su aparición data entre los siglos XII y XII. Se encuentran escritas en galaico-portugués y son de autor anónimo. Narran sucesos amorosos entre una mujer y su amado, al que llama amigo. Esta cántiga de amigo en concreto se atribuye a un trovador gallego-portugués, llamado Pero Meogo. Las cantigas de amigo fueron recogidas en los cancioneros del siglo XIII.
El tema del texto es un diálogo entre una madre y su hija sobre lo acaecido en la visita de esta a la fuente. De forma velada, implícita, a través de símbolos, en el poema se deja entrever que la fuente ha sido el escenario de un encuentro amoroso entre la joven y su amigo. Es habitual en este tipo de composiciones que las referencias eróticas aparezcan mediante símbolos. En este caso, la fuente, los ciervos, el agua, que se relacionan con la fecundidad, el erotismo, el deseo sexual y el encuentro amoroso. La fuente es uno de los destinos habituales de la muchacha: acude a ella para buscar agua para beber o cocinar, o bien, para lavar la ropa. La tardanza en volver a casa se debe a que se ha entretenido con el ciervo (el novio o amado), y ella se disculpa aduciendo que los ciervos del monte han revuelto las aguas. De este modo, las expresiones ciervo y revolver el agua tienen significado literal en la disculpa ante la madre, pero, en realidad, poseen un significado metafórico. El ciervo representa al enamorado; revolver las aguas se correspondería con tener un encuentro amoroso.
El poema consta de tres partes:
a) En la primera se presenta la pregunta de la madre, que se corresponde con las dos primeras estrofas.
b) En la segunda aparece la respuesta de la hija, evidenciada en las estrofas 3-4.
c) Finalmente se muestra el reproche de la madre, que acusa a la hija de mentir. Se corresponde con las dos últimas estrofas.
En cuanto a la estructura métrica, la cantiga tiene un total de cinco estrofas, cada estrofa tiene dos versos endecasílabos que riman en asonante. El tercer verso de cada estrofa es hexasílabo (Os amores ei) y se corresponde con el estribillo del poema y contribuye a darle musicalidad.
Entre los recursos estilísticos que aparecen en el poema, destaca los símbolos del ciervo y del agua, muy repetidos en la lírica medieval que están relacionados con el erotismo y las relaciones de pareja y responden al pudor de hablar en público del amor.
Por otro lado, hay recursos de carácter sintáctico que contribuyen a dar musicalidad al poema: así ocurre con las anáforas (Digades, mentir) unidas a los paralelismos que existen en toda la composición: por ejemplo, entre los versos primeros de las dos primeras estrofas (Verbo en imperativo -digades-, más invocación de un nombre -filha-, más aposición -milha filla velida, milha filla louçana). Los segundos versos de las dos primeras estrofas también presentan una estructura paralelística (porque tardaste na fontana fria -porque tardaste na fria fontana). En definitiva, parece que en estas composiciones prima la búsqueda de la musicalidad para hablar del amor de una manera "cifrada".
COMENTARIO DEL TEXTO I (Jarcha)
Garid vos, ay
yermanillas,
¿cóm’ contener a meu male?
Sin el habib non vivreyu:
¿ad ob l’irey demandare?
(Decidme, ay
hermanitas, ¿cómo contener mi mal? Sin el amado no viviré: ¿adónde iré a
buscarlo?)
Introducción: se trata
de demostrar tus conocimientos para situar la obra en su época. Son datos que
debes estudiar y que aparecerán en cada ejemplo. Debe aparecer, por ejemplo,
el siglo, los autores,la lengua utilizada,su posible origen.... Las jarchas son
poemas líricos de autor anónimo y que podríamos datar en torno a los siglos
X-XI. Fue entonces cuando algunos poetas cultos árabes y hebreos acudieron a
las coplillas populares que los mozárabes cantaban y recitaban. Prendados de
la belleza de estas canciones, decidieron componer unos poemas (moaxajas) de
introducción para engarzar, en la parte final, como broche de oro, la jarcha.
Tema del texto y
su relación con la época, con algún tópico literario o, en el caso de las
jarchas, con el género lírico medieval, en general. El tema de
este poema es la expresión en boca de una mujer del dolor por la ausencia de
su amado, el habibi al que menciona en el verso 3. Es un tema muy habitual en
las jarchas y, en general en otros poemas de la lírica medieval: las
cantigas galaico-portuguesas, las canços catalanas (ambas del siglo XIII) y
las canciones y villancicos castellanos del siglo XV. Por lo tanto, se
observa una clara unidad temática en la lírica popular de la Edad Media: es
una lírica en boca de mujer siempre mostrando su dolor por el amado, amigo o
habibi.
Métrica: En cuanto a la forma
de expresión, este poema consta de cuatro versos octosílabos que siguen el
siguiente esquema: - a - a con rima asonante en los versos pares propia de
una cuarteta asonantada (vid. supra).
Ga/rid/ vos,/ ¡ay/ yer/ma/nie/llas!, 8
¿cóm'/ con/te/nir/ el/ mío/ ma/le? 8
a
Sin/ el/ ha/bib/ non/
vi/vre/yo: 8 -
¿ad/ ob/ l'i/rey/
de/man/da/re? 8 a
Recursos utilizados.Para manifestar su
pena, la voz poética, la voz de la mujer que expresa su dolor amoroso, se
dirige a sus hermanas (v.1), mediante una apóstrofe o invocación con la que
pretende llamar su atención (ay, hermanitas), a las que insta a darle una
respuesta mediante el uso de un verbo en modo imperativo (Decidme) y les
pregunta sobre cómo solucionar su dolor (v.2 y 4). Tanto las interrogaciones
retóricas como el uso de la apóstrofe unida a un imperativo, son ejemplos de
recursos expresivos que intentan llamar la atención del lector-receptor. Es
importante señalar que las interrogaciones retóricas están en los versos
pares y se observa en ellas paralelismo: se repite el esquema de adverbio
interrogativo inicial (cómo y adónde) seguido de un verbo (contendré-iré).
Esta figura sintáctica contribuye a destacar el tema del poema: el amor
que el habibi le causa a la mujer. De igual manera, otras figuras
remarcan la intención expresiva que poseen todos los textos líricos:
subrayar los sentimientos de su autor, o de la voz poética que les
representa. Por ejemplo, las hermanas son citadas con un diminutivo,
"yermaniellas", que siempre añade afectividad a la expresión (Recuerda el valor
connotativo de los sufijos valorativos en los textos
expositivo-argumentativos).
Así pues, todos los recursos expresivos de este poema
contribuyen a subrayar la intención expresiva y apelativa del texto: el deseo
de la amada de contar su mal de amores, de hacer a alguien partícipe de su
pena, de aliviar su soledad, de mitigar su dolor.
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Estatua del Cid en Burgos |
TEXTO
I
En Valencia con los suyos vivía el Campeador;
con
él estaban sus yernos, Infantes de Carrión.
Un día que el Cid dormía
en su escaño, sin
temor,
un mal sobresalto entonces,
sabed, les aconteció:
5 Escapóse de una jaula,
saliendo fuera, un león.
Los que estaban en la Corte
sintieron un gran temor;
recogiéronse sus mantos
los del buen Campeador,
y rodean el escaño en
guarda de su señor.
Allí Fernando González,
Infante de Carrión,
10 ni en las salas ni en la torre donde
esconderse encontró;
metióse bajo el escaño, tan grande fije su pavor.
Diego González, el otro, por la puerta se salió
diciendo con grandes gritos: -¡Ay, que no veré Carrión!
Tras la viga de un lagar metióse con gran temor;
15 todo el
manto y el brial sucios de allí los sacó.
En esto que se despierta el que en buen hora nació;
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio:
-¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció?
-Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león.
20 Apoyándose en el codo, en pie el Cid
se levantó:
El manto se pone al cuello y encaminóse al león.
La fiera, cuando vio al Cid al punto se avergonzó;
allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló.
Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó,
25 y lo lleva de su diestra y en la jaula
lo metió.
A maravilla lo tiene todo el que lo contempló.
Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión.
Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
30 y cuando los encontraron, los
hallaron sin color.
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión; mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador. Sintiéronse avergonzados Infantes de Carrión; fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.
COMENTARIO
DEL TEXTO I
Este
fragmento pertenece a El Cantar
del Mío Cid, una obra perteneciente
a un amplio grupo de textos literarios
medievales desarrollados en toda Europa que se han denominados cantares de
gesta: extensos relatos escritos en verso - poesía épica- cuyo objeto
era cantar o relatar la vida de personajes importantes, sucesos notables o
acontecimientos de la vida nacional que merecieran ser divulgados. Eran
poemas recitados o cantados por un juglar ante el público. Era, por tanto, un
trabajo de juglares: el llamado mester de juglaría. El Cantar del Mío Cid, en
concreto, es la primera gran obra de la
literatura española escrita en una lengua romance. Relata las hazañas
heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero
castellano Rodrigo Díaz, el
Campeador. Se trata de una obra anónima, aunque los especialistas creen
que fue escrita por Per Abbat en torno al año 1207.
El episodio de la vida del Cid
que se puede leer en este fragmento refleja las consecuencias de la escapada
de un león en la corte del Cid. Los hechos ocurridos muestran la cobardía de
sus yernos, los infantes de Carrión, frente a la valentía y lealtad del resto
de hombres del Campeador, y el
carácter casi mágico de la personalidad del este. El fragmento pertenece
al Cantar de la afrenta de Corpes, tercera parte de “El Cantar del Mío
Cid” y, según el desarrollo de los hechos podríamos distinguir las siguientes
partes:
·
En primer lugar, narración de los
hechos ocurridos mientras el Cid dormía (vv. 1-15): escapada del león
(vv.1-5) y la opuesta reacción que esto provocó en sus hombres (vv. 6-8) y en
sus yernos (vv. 9-15).
·
En segundo lugar, lo sucedido cuando
el Cid se despertó (vv. 16-25), que muestra su faceta de héroe casi mágico ya
que, con su sola presencia, consigue lo que los demás contemplan como una
maravilla: que el león se muestre ante él como un animal doméstico.
·
Por último (vv. 26-34), la burla que
sufren los infantes de Carrión por parte de los hombres del Cid y la
humillación que sienten ante esta.
En cuanto a la métrica, el fragmento tiene 34 versos
agrupados en una tirada, es decir, una estrofa monorrima de
extensión indefinida cuyos versos
comparten la misma rima asonante, en este caso –ó. Los versos tienen
distinta medida, es decir son anisosilábicos, aunque abundan los que tienen
entre 14 y 16 sílabas separados por una cesura en dos hemistiquios:
En
Valencia con los suyos vivía el
Campeador 8+(7+1)
con él estaban sus yernos,
Infantes de Carrión. 8+ (6+1)
Las tiradas cambian cuando cambia la
escena narrada, por eso este episodio del león comparte la misma asonancia
monorrima (Campeador, Carrión, temor, aconteció…). Todas las características
métricas de este fragmento, y de la obra completa del Cantar del Mío Cid,
están al servició del carácter oral de esta literatura, que era recitada o
cantada en público por parte de los juglares. Su métrica, al servicio de esta
finalidad, no era tan cuidada como la
utilizada por el mester de clerecía.
Respecto a los recursos estilísticos utilizados, es significativo la
presencia de verbos que se dirigen directamente a los oyentes, buscando su
atención, algo propio de la literatura de transmisión oral - y los cantares de gesta lo son- que subraya la función apelativa de su mensaje:
·
un mal sobresalto
entonces, sabed, les aconteció:
·
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión
Esta atención también se consigue cambiando el
punto de vista narrativo, pasando de la narración en tercera persona (En
esto que se despierta el que en buen hora nació;
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio) al
parlamento de los propios personajes (¿Qué pasa aquí, mis mesnadas?
¿Qué queréis? ¿Qué aconteció?
-Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león). Se
consigue así una narración más dramática, una historia dinámica que,
seguramente, despertaría más interés en la audiencia.
Por otro
lado, se usa de forma frecuente el llamado epíteto épico, que ensalza las
cualidades del héroe protagonista, el Cid, que es el objetivo principal del
poema: son, en muchos casos, fórmulas juglarescas fijas que ayudarían a la
memorización del texto: al Cid se le llama el Campeador, adjetivo que, según la RAE, se aplica a un guerrero que sobresale en el campo de batalla con acciones señaladas,"el
buen campeador" (v.7) o "el que en buena hora ciñe espada" (v.16). Hay otras denominaciones que, aunque no sean epítetos épicos propiamente dichos, muestran la intención del autor de ensalzar la figura del Cid y de mostrarla cercana a los oyentes: "mi señor honrado" (v.19 ) y " nuestro Cid Rodrigo Díaz" (v.24). Es importante destacar que en este episodio la exaltación del héroe se subraya en la capacidad del Cid de realizar acciones casi mágicas, como conseguir dominar un león con su sola presencia A maravilla lo tiene todo el que lo contempló (v. 26) y de ser una persona justa que no quiere burlas hacia sus yernos, a pesar del comportamiento de estos
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión;
mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador. (vv. 31-32)
También los hombres del Cid destacan en este fragmento por sus acciones: ante la escapada del león "rodean el escaño en guarda de su señor" (v.8), algo que contrasta con la cobardía de los infantes. Se podría decir que el narrador se deleita en contar con todo lujo de detalles todo lo que estos hicieron y dijeron. Para el auditorio, seguramente esta oposición resultaría cómica:
- Uno de los infantes busca en dos sitios distintos un lugar para esconderse. Se nos muestra con una estructura paralelística: Allí Fernando González, Infante de Carrión,/ ni en las salas ni en la torre donde esconderse encontró (vv. 9-10)
- Al otro infante el narrador le presenta gritando -"diciendo con grandes gritos"- y, además, sus palabras se nos muestran de forma directa con una exclamación que subraya la función expresiva de su mensaje -¡Ay, que no veré Carrión!
- Además, el escondite de uno de ellos fue tan rebuscado que su ropa -detallada en una estructura bimembre- salió manchada: todo el manto y el brial sucios de allí los sacó
- Una vez sometido el león, el autor explica con detalle la búsqueda infructuosa de los infantes, que estaban muy bien escondidos. Se utilizan dos oraciones compuestas y un total de cuatro verbos. Se busca "ralentizar" la acción para que los oyentes perciban de forma clara el carácter de los personajes : Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
- Por último, los infantes no aparecen de cualquier modo: después de contarnos lo bien que estaban escondidos y lo difícil que fue encontrarlos, el narrador nos dice que aparecieron "sin color". Incluso hoy en día la escena resulta cómica.
En definitiva, este fragmento prueba que la exaltación del héroe, algo que todo cantar de gesta perseguía, se puede hacer con dosis de humor y comicidad, ingredientes que la audiencia de los juglares seguramente agradecería de buen grado.
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