- Ejemplo de un texto narrativo como el que vosotros tenéis que hacer. Consultad vuestro libro digital en las páginas 60, 61 y 62. Ya sabéis que pido como condición sine qua non que vuestro texto tenga las siguientes características:
No te rindas nunca
Era la primera vez que entraba en el instituto Dos Mares. Su nombre me pareció evocador, todo teñido de azul. Me tocaba una guardia de recreo así que me dispuse a caminar por el patio, entre alumnos que jugaban, que charlaban, que comían sus bocadillos. En un rincón escondido, apartado del bullicio de los que jugaban al fútbol, me encontré con una niña sentada en el suelo, con las manos tapando la cara. Tuve que fijarme bien para darme cuenta de que estaba llorando. Su cuerpo menudo se estremecía discretamente: parecía estar escondiendo sus lágrimas hasta a sí misma. La toqué en la rodilla.
-¿Te puedo ayudar?, le dije tímidamente.
Entonces levantó la cara y pude ver su rostro bañado en lágrimas. No podía ser. La reconocí enseguida: los granos en la frente, sus grandes ojos fijos, su pelo desordenado. Sí, era la misma. Era mi propio rostro 20 años atrás, en un instituto como este, con más frío, con más humedad. Esa chica era yo, también llorando en un recreo.
Y lo que me dijo, después de insistir con toda la ternura que pude, era lo mismo que yo le dije, veinte años atrás, a mi tutora, una profesora que me miró con un interés que yo no había sentido antes en ningún docente:
- En que en la clase..., es que el profesor..., es que en mi casa...
-Tú eres única, cada día que vivas es único y precioso, me dijo veinte años atrás Lola, que así se llamaba mi tutora en el instituto. Hacíamos bromas con ella porque llevaba peluca, porque su voz era muy aguda, porque vestía raro...pero descubrimos que nos escuchaba con interés y paciencia, que en sus ojos se prendía una luz de interés con nuestras historias de adolescentes.
-Cada día tiene su propio afán, me dijo Lola, veinte años atrás. No te rindas nunca.
-No te rindas nunca, repetí entonces, 20 años después, a esa alumna llorosa del IES Dos Mares, ese instituto con un nombre teñido de azul.
Análisis del texto narrativo "No te rindas nunca":
Narrador interno: el narrador participa en la acción. Se aprecia en el uso de pronombres personales y verbos en primera persona (me pareció, me tocaba, me dispuse, repetí...)
Relato lineal en algunos episodios (entrada en el IES, guardia, encuentro con la alumna...) y analepsis -salto hacia atrás- en otros (recuerdo de lo que pasó 20 años atrás en otro instituto).
Era la primera vez que pisaba este instituto Dos mares. Su nombre le pareció muy jovial pensaba que había 2 mares. Le tocaba la primera clase estaba muy nerviosa cuando entro se fijó en todos sus compañeros, se sentó en la primera fila saco sus cosas y de pronto vio a una chica muy callada apartada de todos se preguntaba porque estaba alejada, se acabó la primera clase y se dirigía a la segunda clase vio a la chica que bajo por las gradas ella la siguió como no sabía que le tocaba la chica entro en el aseo ella también entro en el aseo se miró fijamente en el espejo y de pronto vio a la misma chica que estaba con ella pero con un birrete en la cabeza y decía la chica fuiste mi amiga y lo serás siempre.
ResponderEliminarNarrador externo
Relato lineal
Analepsis salto hacia delante
Hace nada mas que un par de años, cumplí los 19 años y ya era hora de despedirme de mi infancia, de mi casa, de mi madre… En fin. Me compre una casa en el quinto pino como aquel dice. Cuando estaba guardando las cosas del camión de la mudanza, mi nueva vecina se acerco ofreciéndome ayudad. Ella era muy amable, era colombiana y muy generosa, pero en lo que mas me fije fue que tenia como unos moratones en los brazos y un cortesito en la cara. Le di las gracias y juntas tardamos poco tiempo en guardar las cosas. Le pregunte que como se llamaba, se llamaba Clara . Tenia buen presentimiento, nos íbamos a llevar muy bien. Le ofrecí tomar algo pero ella me rechazo la invitación, estaba como preocupada, decía que a su marido no le iba a aparecer bien. Como no la conocía mucho no quería insistirle. Le dije que esperaba verla pronto ella me afirmo que si. Se marcho y yo empecé a ordenar mi cuarto. Pasaron unos minutos y escuchaba golpes y algún que otro ruido, no tenia mucha pinta de ser una fiesta. Al día siguiente fui a ver a Clara, me abrió la puerta y contemple que tenia mas moratones, le pregunte si estaba bien, me contesto q si pero yo no lo tenia muy claro. Le ofrecí tomar algo en mi casa, me dijo que si pero que tenia que volver pronto. Empezamos a hablar de muchos temas, le pregunte si ayer tuvo algún problema con su marido, por los ruidos que escuche. Como yo ya me imaginaba me dijo que no. Le ofrecí mi ayuda para todo, que nunca estaría sola. Me dio las gracias, al cabo de un tiempo nos hicimos inseparables pero ella cada día estaba mas cansada y mas triste, yo ya tenia todo claror, ella estaba sufriendo por culpa de su marido, y yo no lo quería permitir, hasta que ella no me lo afirmara no podía hacer nada. Una mañana le dije que sabia lo que pasaba, y que si no me lo contaba yo personalmente sacaría las respuestas a su marido. Ella empezó a llorar. Esta vez si me conto la verdad, me dijo que su marido no era el mismo y que no paraba de pegarle e insultarle, le amenazaba si decía algo o si le dejaba. Le abrace fuerte y le dije que todo iba a salir bien y que eso iba a acabar. De repente escuche golpes en mi puerta. Abrí la puerta y era su marido, echaba peste a alcohol y a sucio, quería llevarse a Clara y me dijo que no me volviera a juntar con ella jamás. Por supuesto no me quede callada me reí y le deje – Mas quisieras. El me levanto en puño, vio mi cara de serenidad y valor y bajo el puño. Me acerque y le hable –Puede que Clara te tenga miedo, pero yo no. Clara salió y el le cogió fuerte del brazo y yo le cogí a el.-Cuidado con lo que haces si no quieres acabar mal. Horas después escuche muchos gritos, llantos, golpes… Entonces escuche un disparo, fui corriendo a la casa de Clara, grite que me abriese y no escuchaba nada. Tire la puerta abajo y ahí estaba Clara en el suelo desangrada y el con la pistola en la sien, el se disparo cayendo al suelo. Fui corriendo a auxiliar a Clara, -Clara te vas a poner bien. Me dijo que ya acabo todo, que por fin ira en paz. Yo lloraba y no podía estar mas dolorida, llame a la ambulancia pero ya era demasiado tarde. Ella ya no estaba conmigo. Siempre voy todos los días a verla al cementerio y le traigo flores tan bonitas como ella… Yo me echaba la culpa, no tenia que a verla dejado sola. Le prometí que nunca estaría sola. Nunca me separare de ti Clara
ResponderEliminarMarta Villena 3ºb