Elegía a Ramón Sijé

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero:

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

jueves, 3 de mayo de 2012

UN TEXTO NUEVO SOBRE "MECANO"

  Cambiamos de tema. Por si no se os ocurre nada sobre este texto, pensad en el significado de la palabra "hedonismo": ¿estamos en una sociedad en la que se prima el hedonismo sobre el esfuerzo? Otro tema sobre el que puede discurrir vuestro comentario crítico es el mundo de los artistas, siempre relacionado hasta ahora con la bohemia: ¿el grupo Mecano constituye una excepción? ¿De dónde "salen" hoy en día los artistas? ¿Son fruto de elaboradas estrategias de "marketing"? Y una última idea: ¿qué supuso el grupo Mecano en la música y en la estética de los años 80?

   Cuando irrumpió el movimiento de los nuevos románticos, la España de la Transición alucinaba con los grupos que llegaban del Reino Unido a golpe de maquillaje y poses sofisticadas. Ultravox, Visage, Duran Duran, Spandau Ballet, Classix Nouveaux y un largo etcétera elevaron el esteticismoal altar del pop sin complejos, sin titubeos, tal era la herencia de la heterodoxa new wave, capaz de abrir caminos entre la extravagancia y la comercialidad. No tardaron en surgir las réplicas en España, como sucedía en casi todos los países de la Europa continental. Los valencianos Glamour sonaban osados en este país en su momento, pero el gran shock estaba por llegar. La primera gira promocional de Mecano, aún sin un álbum completo por aquel entonces, dejó atónitos a los jóvenes a golpe de Hoy no me puedo levantar y Perdido en mi habitación.
   Ana Torroja se movía de forma ondulante sobre el escenario y los hermanos Cano se afanaban en conseguir la preeminencia de los teclados. Tres chicos de clase más que acomodada que evidenciaban en sus canciones que lo suyo tenía que ver con el hedonismo puro. Y todo sin provenir de las calles de Madrid, que para eso ya estaban otras bandas con epicentro en el barrio de Malasaña. Ninguno de los componentes del trío podía siquiera sospechar el impacto que lograrían sus himnos, dotados de una simplicidad que pronto traspasó los corsés para desatarse en brazos del desparpajo.
   Explica el significado de las palabras subrayadas. No estás en el examen, así que usa el diccionario.
 

1 comentario:

  1. El movimiento de los Nuevos Románticos, al que pertenecían bandas como Ultravox, Visage, Duran Duran, Spandau Ballet, Classix Nouveaux…, se caracterizaba por elaborar un pop estético, que seguía la corriente de la new wave y no rehuía de lo comercial. Seguidores de esta corriente en España fueron Glamour, valencianos, y Mecano, el grupo que consiguió conquistar a los jóvenes sin ni siquiera tener un álbum comcreto. ¿Su secreto? El encanto del baile de la solista. Ana Torroja, el darle más importancia a los teclados que a otros instrumentos y sus letras: nada de reivindicaciones estéticas sino simples himnos a las borracheras de una noche, a los que querían huir a Venus, a los que se aburrían en su habitación…Sus letras llegaron a convertirse en himnos de una generación. (ESte primer párrafo sería el resumen)


    Se habla de relacionar las letras de Mecano con el hedonismo. ¿Qué entendemos por tal cuando hablamos de un grupo musical? (Planteamiento de un tema de interés)
    En primer lugar, habría que aclarar qué es el hedonismo: El hedonismo es una doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida. Es la doctrina que considera el placer como el fin de vida, por lo que se deduce que los seres humanos deberíamos dedicarnos exclusivamente a vivir en su eterna búsqueda. ¿Cuántas canciones de la época de Mecano, hablamos de principios de los 80, hablaban explícitamente de la terrible moda que había entonces: el consumo de la heroína y la desgraciada muerte por esa sustancia que nos dejó en la calle, tirado para siempre, a más de un buen músico.

    Sin embargo, Mecano, sin eludir ese tema, lo envolvía con un celofán de colores que hacía más llevadero el viaje final. Así, al menos, recuerdo yo esa canción que hablaba del que “se ha ido a Venus en un barco”. Ese cutre drogadicto que se pinchaba en los oscuros recodos de los parques, en las fuentes públicas- quién, de niño o de adolescente –hablo de los de mi generación, los que tenemos los discos originarios de Mecano en casa- no se encontró una jeringuilla en esos lugares-, ese desharrapado, digo, era ahora un esteta que anhelaba largarse a Venus en un barco. Ese era nuestro problema, no habíamos sabido formularlo bien.
    Y el hedonismo triunfó: los más grandes problemas sociales que transmitían sus canciones era tener un gran resacón por una fiesta que nos impedía levantarnos para ir a trabajar. O unirnos todos en la Plaza del Sol de Madrid, para comer las uvas, o viajar a destinos exóticos como Haway, Bombay sin salir de casa y solo porque su rima era fácil.
    Pues que nos quiten lo bailao. ¿Que no hubo reivindicaciones sociales? ¿Para qué? Su música, su letra defendían, sin proponérselo, el derecho de ser feliz sin darle mucho al coco. Algunos pedantes -digamos epicúreos, estoicos y escépticos- hablan de ataraxia, gracias a la cual un sujeto, mediante la disminución de la intensidad de sus pasiones y deseos y la fortaleza frente a la adversidad, alcanza el equilibrio y finalmente la felicidad. ¿Quién da más? Discúlpenme, ahora voy a bailar un rato sin sentir pena por la perrita Laika.

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