Muchas veces he pensado que los textos que trabajamos en clase son textos muy subjetivos y, en ese aspecto, se distancian de los que suelen aparecer en la PAU de la Comunidad de Murcia. También creo que es más fácil manifestar una opinión sobre un tema cuando alguien te está mostrando explícitamente la suya, como es el caso de los artículos de opinión. Probemos ahora a enfrentarnos a textos en los que predomina más la exposición que la argumentación. Pueden parecernos textos "insípidos" pero, si queremos que nuestro comentario crítico nos salga bien, estamos obligados a que se nos ocurran ideas, argumentos, opiniones, asociaciones sobre el tema que nos presentan. Os dejo aquí un ejemplo, que se corresponde con el examen -tipo PAU- de la segunda evaluación y su posible solución. Espero serviros de ayuda.
Examen de 2º de Bach.. 2ª evaluación. Valor total: 10 puntos
Muchos países de ingresos bajos y medianos actualmente están afrontando una "doble carga" de morbilidad: mientras continúan lidiando con los problemas de las enfermedades infecciosas y la desnutrición, están experimentando un aumento brusco en los factores de riesgo de contraer enfermedades no transmisibles como la obesidad y el sobrepeso, en particular en los entornos urbanos. No es raro encontrar la desnutrición y la obesidad coexistiendo en un mismo país, una misma comunidad y un mismo hogar. En los países de ingresos bajos y medianos, los niños son más propensos a recibir una nutrición prenatal, del lactante y del niño pequeño insuficiente. La desnutrición crónica se manifiesta principalmente por una talla baja causada por una dieta en la que escasean alimentos con vitaminas y minerales. Con la desnutrición crónica es frecuente la aparición de infecciones agudas como infecciones respiratorias o diarreas que van restando potencial de crecimiento a los niños.
Al mismo tiempo, están expuestos a alimentos hipercalóricos ricos en grasa, azúcar y sal y pobres en micronutrientes, que suelen ser poco costosos. Estos hábitos alimentarios junto a una escasa actividad física, tienen como resultado un crecimiento brusco de la obesidad infantil. ¿Cómo pueden reducirse el sobrepeso y la obesidad? En el plano individual, las personas pueden limitar la ingesta energética que procede de la cantidad de grasa total, aumentar el consumo de frutas y verduras, limitar la ingesta de azúcares, realizar una actividad física periódica y lograr un equilibrio energético y un peso normal.
Sin embargo, la responsabilidad individual solamente puede tener pleno efecto cuando las personas tienen acceso a un modo de vida saludable. Por consiguiente, en el plano social es importante dar apoyo a las familias mediante el compromiso político y la colaboración de las múltiples partes interesadas públicas y privadas, y lograr que la actividad física periódica y los hábitos alimentarios más saludables sean económicamente asequibles y fácilmente accesibles para todos, en particular las personas más pobres.
- Comentario crítico personal de este fragmento (4 puntos)
- Léxico
2.1 Significado que tienen, en este fragmento, estas cuatro palabras: morbilidad, lidiando, potencial y asequibles (0,5p.)
2.2 Indicar y explicar qué palabras, o grupos de palabras, de este fragmento tienen similitud semántica con la idea de “salud “. (0,5 p.)
- SINTAXIS Y MORFOLOGÍA
3.1. Análisis sintáctico.
a) Estructura oracional de “La talla baja puede explicarse por una dieta en la que escasean alimentos con vitaminas y minerales.” (0,5 p.)
b) Función sintáctica de las siguientes cinco unidades: baja, dieta, en la que escasean alimentos con vitaminas y minerales, que, con vitaminas y minerales. (1 punto)
3.2. Análisis morfológico de estas cinco palabras: muchos, están experimentando, junto a, todos, más,(0,5 p.)
1. COMENTARIO CRÍTICO PERSONAL DE ESTE FRAGMENTO (4 puntos)
Ya sabes, el primer párrafo es el resumen del texto. Siempre con objetividad y, para que no se te olvide nada, resume el texto siguiendo su propio orden. En la valoración total de esta pregunta, dentro de la prueba de la PAU, el resumen vale 1 punto: se muestra en él tu capacidad de comprensión del texto.
En los países de bajo y mediano desarrollo se constata una doble lucha contra la enfermedad: se enfrentan con la desnutrición y, al mismo tiempo, y focalizado en núcleos urbanos, contra la obesidad y el sobrepeso. La desnutrición crónica afecta a niños alimentados con una dieta pobre en minerales y vitaminas y se manifiesta sobre todo en una talla baja y en la aparición de infecciones respiratorias o en diarreas que pueden restarles crecimiento. La otra enfermedad -obesidad y sobrepeso- aparece por una alimentación que abusa de productos hipercalóricos, muy fáciles de obtener por su bajo precio, junto a una vida sedentaria. Para acabar con esta enfermedad hay que llevar a cabo acciones individuales -equilibrar la ingesta y el gasto calórico con alimentos saludables y ejercicio físico- que solo tienen efectividad cuando se ponen los medios -sociales y políticos- para que los más pobres tengan acceso a estos hábitos saludables.
Comienza la subjetividad: sepáralo tipográficamente (otro párrafo, sangría) y mediante la modalización (oraciones no enunciativas, adjetivos,verbos, sustantivos valorativos...). Y plantea un tema de interés relacionado con el texto: en este caso, lo hemos subrayado.
¡Qué tristeza me da pensar que en que el mismo mundo en el que luchamos contra los kilos de más haya niños desnutridos! Las imágenes que nos llegan, que nos vuelven, desgraciadamente, a llegar, desde el cuerno de África, nos gritan que algo estamos haciendo muy mal. Y, por lo menos, eso aparece en los medios de comunicación. Sin embargo, de la desnutrición infantil solo nos llegan apagados murmullos El texto me ha hecho reflexionar sobre esta sangrante contradicción contra la que estamos obligados a luchar. Pero, ¿de qué manera? ¿Es posible derrotar a esta hidra de horrible bicefalia?
Ahora, debes desarrollar argumentativamente el tema planteado: hazlo en párrafos breves que te permitan "cincelarlos" con mimo; es más fácil, en mi opinión, que elaborar un párrafo extenso en el que se puedan dispersar un poco tus argumentos. En la PAU se valora con 2 puntos tu valoración crítica y tu opinión personal.
Para la organización estructural, sírvete de conectores de distinto tipo: para ordenar, para sumar ideas, para oponorse a las ya formuladas... Aquí las hemos subrayado para destacarlas. Recuerda que la organización del texto y su claridad expositiva se valora con 1 punto.
Por un lado, la lucha contra el hambre y contra la desnutrición infantil debe ser combatida por todos los gobiernos, más allá de la socorrida donación. Porque es evidente que no basta con conceder ayudas a esos países en los que la corrupción suele campar por sus respetos, en los que cuatro mandatarios sin escrúpulos se enriquecen en perjuicio de su pueblo, hambriento o desnutrido. ¿Cómo se consigue esto que, reconozco, es tan fácil de formular? Se me ocurre un sueño, algo bastante alejado de lo que hoy en día se lleva a cabo: exijamos democracia, justicia, no comercialicemos con países en los que no existe la libertad. Que primen los derechos humanos sobre los económicos. Ya sé que esto es una utopía: ¿vamos a cortar relaciones con un país como China, donde no hay libertad de expresión, y en el se producen la mayor parte de los productos o de los integrantes de los productos que consumimos aquí? Ojalá hubiera sitio para los sueños.
Y, además, atención con lo que está pasando hoy en día: muchos países en los que no existe oficialmente hambruna, que no ocupan portadas en los medios de comunicación, esconden entre los pliegues de la crisis económica la desnutrición infantil. Hace falta que la opinión pública lo sepa, que se dé voz a los que no tienen fuerza para defenderse. En ese sentido, yo confío en algunas organizaciones que arriesgan la vida de sus integrantes por asistir en cualquier rincón del mundo a los más desfavorecidos. Con ellas estará mi apoyo.
En segundo lugar, el otro problema es la lucha contra la obesidad infantil. Me vienen a la cabeza el nombre de muchas cadenas de comida rápida -¿se podría decir también "comida basura"?- que juegan a engatusar a los consumidores. Y niños en casa, conectados a la televisión, al ordenador, a muchos juegos que les mantienen quietos, paralizados. Y me vienen también a la cabeza esas palabras, cómicamente amargas, que leí en algún sitio: un famélico ciudadano indio afirmaba que él quería vivir en ese país donde los pobres eran gordos.
Sin embargo, yo no creo que seamos unas presas tan fáciles: en el caso de los más pequeños, ¿es que no están los padres antes que la televisión o antes que cualquier medio propagandístico que nos venda productos poco sanos? Es en los hogares donde se tiene que luchar, con las armas de la dieta mediterránea y los ejemplos de hábitos saludables. Y en las escuelas, con una información nutricional adecuada, con la presentación y la práctica de algunos deportes, y en los ayuntamientos, con instalaciones deportivas al alcance de todos...
En definitiva, soy optimista en la lucha contra la obesidad. Sin embargo, me parece más difícil acabar con el hambre o la desnutrición, disimuladamente agazapadas detrás de enemigos tan poderosos contra nosotros como la falta de transparencia informativa o de libertad o la corrupción generalizada. Sólo sueño. Dejadme soñar que, en las altas esferas, solo se rinden honores a los dirigentes de pueblos demócratas, de pueblos libres, de pueblos donde la justicia sigue siendo esa señora con los ojos vendados y una balanza en las manos. Por soñar...
Comienza la subjetividad: sepáralo tipográficamente (otro párrafo, sangría) y mediante la modalización (oraciones no enunciativas, adjetivos,verbos, sustantivos valorativos...). Y plantea un tema de interés relacionado con el texto: en este caso, lo hemos subrayado.
¡Qué tristeza me da pensar que en que el mismo mundo en el que luchamos contra los kilos de más haya niños desnutridos! Las imágenes que nos llegan, que nos vuelven, desgraciadamente, a llegar, desde el cuerno de África, nos gritan que algo estamos haciendo muy mal. Y, por lo menos, eso aparece en los medios de comunicación. Sin embargo, de la desnutrición infantil solo nos llegan apagados murmullos El texto me ha hecho reflexionar sobre esta sangrante contradicción contra la que estamos obligados a luchar. Pero, ¿de qué manera? ¿Es posible derrotar a esta hidra de horrible bicefalia?
Ahora, debes desarrollar argumentativamente el tema planteado: hazlo en párrafos breves que te permitan "cincelarlos" con mimo; es más fácil, en mi opinión, que elaborar un párrafo extenso en el que se puedan dispersar un poco tus argumentos. En la PAU se valora con 2 puntos tu valoración crítica y tu opinión personal.
Para la organización estructural, sírvete de conectores de distinto tipo: para ordenar, para sumar ideas, para oponorse a las ya formuladas... Aquí las hemos subrayado para destacarlas. Recuerda que la organización del texto y su claridad expositiva se valora con 1 punto.
Por un lado, la lucha contra el hambre y contra la desnutrición infantil debe ser combatida por todos los gobiernos, más allá de la socorrida donación. Porque es evidente que no basta con conceder ayudas a esos países en los que la corrupción suele campar por sus respetos, en los que cuatro mandatarios sin escrúpulos se enriquecen en perjuicio de su pueblo, hambriento o desnutrido. ¿Cómo se consigue esto que, reconozco, es tan fácil de formular? Se me ocurre un sueño, algo bastante alejado de lo que hoy en día se lleva a cabo: exijamos democracia, justicia, no comercialicemos con países en los que no existe la libertad. Que primen los derechos humanos sobre los económicos. Ya sé que esto es una utopía: ¿vamos a cortar relaciones con un país como China, donde no hay libertad de expresión, y en el se producen la mayor parte de los productos o de los integrantes de los productos que consumimos aquí? Ojalá hubiera sitio para los sueños.
Y, además, atención con lo que está pasando hoy en día: muchos países en los que no existe oficialmente hambruna, que no ocupan portadas en los medios de comunicación, esconden entre los pliegues de la crisis económica la desnutrición infantil. Hace falta que la opinión pública lo sepa, que se dé voz a los que no tienen fuerza para defenderse. En ese sentido, yo confío en algunas organizaciones que arriesgan la vida de sus integrantes por asistir en cualquier rincón del mundo a los más desfavorecidos. Con ellas estará mi apoyo.
En segundo lugar, el otro problema es la lucha contra la obesidad infantil. Me vienen a la cabeza el nombre de muchas cadenas de comida rápida -¿se podría decir también "comida basura"?- que juegan a engatusar a los consumidores. Y niños en casa, conectados a la televisión, al ordenador, a muchos juegos que les mantienen quietos, paralizados. Y me vienen también a la cabeza esas palabras, cómicamente amargas, que leí en algún sitio: un famélico ciudadano indio afirmaba que él quería vivir en ese país donde los pobres eran gordos.
Sin embargo, yo no creo que seamos unas presas tan fáciles: en el caso de los más pequeños, ¿es que no están los padres antes que la televisión o antes que cualquier medio propagandístico que nos venda productos poco sanos? Es en los hogares donde se tiene que luchar, con las armas de la dieta mediterránea y los ejemplos de hábitos saludables. Y en las escuelas, con una información nutricional adecuada, con la presentación y la práctica de algunos deportes, y en los ayuntamientos, con instalaciones deportivas al alcance de todos...
En definitiva, soy optimista en la lucha contra la obesidad. Sin embargo, me parece más difícil acabar con el hambre o la desnutrición, disimuladamente agazapadas detrás de enemigos tan poderosos contra nosotros como la falta de transparencia informativa o de libertad o la corrupción generalizada. Sólo sueño. Dejadme soñar que, en las altas esferas, solo se rinden honores a los dirigentes de pueblos demócratas, de pueblos libres, de pueblos donde la justicia sigue siendo esa señora con los ojos vendados y una balanza en las manos. Por soñar...
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