Elegía a Ramón Sijé

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero:

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

domingo, 22 de abril de 2012

SOLUCIÓN (II) AL TEXTO SOBRE LA REBELIÓN CONTRA LA MAFIA NAPOLITANA.


      La rebelión contra la mafia napolitana y su derrota son posibles. El primer dardo contra ese monstruo que ahoga el progreso de una región, asfixiando a miles de familias,lo lanzó una comerciante de Herculano, ciudad de más de 60.000 habitantes, muy cercana a Nápoles. Se llama Raffaella Ottaviano, tiene 70 años, y es menuda y con pelo gris. A esta madre de dos hijos algunos la ven como una especie de Juana de Arco en la lucha contra el mal del crimen organizado. Comenzó su batalla en 2005 y se ha convertido en un símbolo en Herculano que ha logrado erradicar a la camorra, una de las mafias italianas más sanguinarias y despiadadas, cancelando el “pizzo”, el impuesto que los camorristas imponen a comerciantes y empresarios mediante amenazas y extorsión.
   Propietaria de tres pequeñas tiendas de ropa, Raffaella, echó un día con cajas destempladas al
camorrista que se atrevió a entrar en su negocio para exigirle el “pizzo”: “Les dije con gran irritación que cómo se habían atrevido a pedirme dinero, y los eché de inmediato”, nos cuenta.
   Sintió miedo ante el tono amenazante del extorsionador, pero Raffaella Ottaviano se armó de valor y decidió acudir al cuartel de los carabineros para presentar una denuncia. “ Pensé que era mejor cerrar la tienda, antes que pagar. Mejor morir de una vez que morir durante años a diario. Mejor vivir un día de león que cien años de oveja.” Rafaella identificó a los camorristas que estuvieron en su tienda gracias a las fotografías que le presentaron en el cuartel de los carabineros. Los mafiosos fueron arrestados y ella necesitó protección policial durante año y medio.
   Poco a poco, otros comerciantes siguieron el ejemplo de Raffaella y se negaron a pagar a la camorra. Se empezó a crear así un movimiento que fue creciendo en tamaño. Con muy pocos miembros se atrevieron a fundar una asociación y se reunían en secreto. La asociación  fue adquiriendo fuerza y hoy forman parte de ella más de 80 comerciantes. Su importancia radica en que, gracias a su determinación y la imagen que inspira, todo el que sufría una extorsión en Herculano lograba superar el miedo y acudía a los carabineros a presentar denuncia.



1. Hay que centrarse en lo nuclear. Y lo nuclear es el texto, no su identificación externa: quién lo ha escrito, en qué fecha se ha publicado, en qué medio, etc.; todo esto es periférico.
2. El resumen no constituye una pregunta independiente, sino que va incluido en la pregunta general del comentario.
3. Los alumnos no deben copiar enunciados textuales que aparecen en el fragmento, sino que deben ser originales en el desarrollo de su exposición.
4. Se podrá valorar como positivo el acervo cultural y su mundo vivencial que se desprendan de las ideas aportadas. Una orientación clara puede ser la de ejercitarlos, por un lado, en que entiendan el contenido del fragmento, y, por otro lado, en que relacionen dicho contenido con lo que ya saben.El comentario se valorará globalmente. En esa globalidad se tendrá en cuenta que el comentario posea estas tres cualidades:
1ª. Comprensión del texto: se observa en el resumen (no es imprescindible que aparezca explícitamente denominado así). Esta cualidad se calificará de 0 a 1 punto.
2ª. Buena organización: distribución de las ideas, adecuada conclusión, redacción fluida e inteligente.Que se note que sabe lo que está escribiendo. Esta cualidad se calificará de 0 a 1 punto.
3ª. Valoración crítica y opinión personal. Esta cualidad se calificará de 0 a 2 puntos.
En definitiva, se espera que en el estudiante en su comentario demuestre que:
- comprende lo que lee (el resumen);
- posee la madurez suficiente como para opinar por sí mismo sobre lo que ha comprendido;
- sabe expresar lo que comprende y lo que opina.


  1. Comentario crítico personal de este fragmento (4 puntos)
    En Herculano, una ciudad italiana cercana a Nápoles, una mujer comerciante ha plantado cara a la camorra, la mafia de la zona, negándose a pagarle el impuesto que, con amenazas y extorsiones, esta organización criminal, de las más crueles de Italia, imponía a los empresarios y comerciantes de la zona.  Esta mujer sexagenaria, que logró superar su miedo y hacer valer su voluntad de no vivir sometida a nadie, denunció e identificó a los criminales ante los carabineros, lo que permitió la detención de los mafiosos, aunque su acción de rebeldía le obligó a vivir protegida policialmente durante un tiempo. Su gesto de  singular valentía fue el acicate para otras acciones similares por parte de los comerciantes de la zona que incluso se han unido en una asociación y se atreven también a denunciar las extorsiones de la camorra ante los carabineros.

   “Si no me pagas, ya sabes lo que le puede pasar a tu hermosa hija”. Este texto me ha hecho recordar esa escena de “El padrino” en el que un hombre apodado “La mano negra” amenaza al dueño de un teatro mientras retiene a su hija, una bella y joven actriz, y le acerca peligrosamente una navaja a su cara. O esa otra, que recuerdo como un fotograma teñido de rojo, en la que un hombre, que se había negado a contratar al cantante protegido por los mafiosos, se despierta en su cama anegada en  sangre y descubre a su lado, horrorizado, la cabeza decapitada de su caballo preferido. El cine nos ha acercado las terribles fechorías de los mafiosos, su modo de vida, las traiciones entre ellos y los baños de sangre que les siguen. Sin embargo, yo creo que hay una mafia que no es reconocida por el gran público porque se esconde detrás de reivindicaciones políticas.

    Es cierto,  los medios de comunicación se han hecho eco de las terribles acciones de la Mafia, siempre movidas por el interés de alcanzar  poderío económico: es el “pizzo” requerido a los comerciantes de Herculano, en pequeña medida, o, ya en proporciones casi descomunales, el dominio del puerto de Napoles, mediante distintos sobornos , al que llegan cantidades enormes de mercancías desde China, no declaradas oficialmente y por las que el Estado italiano no ingresa ningún dinero, como cuenta el amenazado Saviano en su libro, también llevado al cine, “Gomorra”, que despertó mi interés hace tiempo. Este mismo autor afirma que la Camorra fue muy activa en España y que invirtió en el negocio que  movía millones y millones de las pesetas de entonces: hoteles de gran lujo y complejos turísticos al alcance de muy pocos en la Costa del Sol. Sol y cemento para lavar el dinero que obtuvieron con el negocio de la cocaína.

   Y ahora, también se habla de la mafia china y de vez en cuando nos desayunamos con la noticia de algún secuestro de ciudadanos de esa nacionalidad llevado a cabo por sus propios compatriotas.

   Sin embargo, hay otras organizaciones que se denominan terroristas, que se esconden detrás de reivindicaciones políticas y, en mi humilde opinión, son mafiosos corrientes y vulgares, si se puede ser “corriente” en una situación tan excepcional: dame dinero, dicen, el llamado “impuesto revolucionario”, o te pongo una bomba en el negocio, o secuestro a tus hijos. Me refiero a la ahora más bien callada ETA, que ha conseguido echar de la tierra en la que ellos hozan a muchos empresarios que no quisieron doblegarse  o temieron por la integridad de su familia.

   En definitiva, que son los mismos perros con distintos collares. Unos no esconden que quieren dinero, otros dicen que quieren la tierra en la que solo quisieran ver pisar a los que piensan como ellos. Totalitaristas y mafiosos. Terroristas y mafiosos. Ultranacionalistas y mafiosos. Hace tiempo que no matan pero de sus extorsiones, de los miedos que infunden en la población no se habla mucho. Hay muchas maneras de cobrar el pizzo y necesitamos Rafaellas que lo denuncien y Savianos que lo cuenten.








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