Elegía a Ramón Sijé

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero:

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

viernes, 17 de octubre de 2014

UN EJEMPLO DE TEXTO COMENTADO DESDE EL PUNTO DE VISTA COMUNICATIVO


   ¿En qué estamos fallando en el tema del acoso escolar? Esa es la pregunta que nos deberíamos de hacer todos, no solo como padres, sino también como sociedad: en qué estamos fallando para que nuestros propios hijos sean capaces de manipular la mente de otro hasta tal punto que la única salida que encuentre esa víctima sea la de acabar con su vida para así poder sentirse bien y a salvo. Los casos debullyingson cada vez más graves y preocupantes; el último lo encontramos en Asturias. ¿Estamos creando una generación intolerante? ¿Dónde está el problema: en la educación o en la permisividad de los padres?
 Ante cualquier problema, únicamente se escucha “solo son niños” y “se estaban divirtiendo, pero sin maldad”, pero estas palabras parecen solo dar carta blanca a sus acciones.
En ocasiones, oigo a mi padre decir “esto en mi época no pasaba”, y me pregunto ¿qué es lo que ha cambiado? Personalmente, creo que la falta de respeto hacia los demás; alabando y mimando únicamente el “yo” y el “mío”, donde todo “me la sopla”, pero donde todos se entienden, llegando a desencadenar actitudes grupales en las que se persigue aquello o aquellos que son diferentes, objetivos fáciles para la burla o mofa, mermando la autoestima y la personalidad de los que no siguen sus normas, o de los que ellos creen que no merecen seguirlas.
Seguro que son muchos los que dicen, “es hora de reflexionar sobre lo que ha pasado”, pero ahora, tras una nueva víctima, no caben las reflexiones. Los cambios de actitud han de llegar ya, no mirar hacia otro lado, no restar importancia a lo que se cree una chiquillada, respetar y ser respetado. Eso es lo que importa.


    Lo que te muestro a continuación es un ejemplo de un comentario del texto desde el punto de vista comunicativo. 

    El tema de este texto es una reflexión y, al mismo tiempo, una llamada de atención a la sociedad sobre las posibles causas del acoso escolar. (Recuerda: en el tema debe aparecer la idea esencial del texto y la postura del emisor del mismo. Utiliza mejor sintagmas nominales antes que oraciones).
    La elección de este tema por parte del autor condiciona las funciones del lenguaje que en el texto aparecen:
   Por un lado, observamos dos funciones predominantes: el emisor pretende llamar la atención del receptor, en este caso, los lectores de este artículo de opinión como representantes de la sociedad en general, para que cambie su actitud ante un problema que él considera gravísimo: el acoso escolar y el análisis de sus causas. Esta función conativa o apelativa se pone en evidencia en el texto por la presencia de   numerosas interrogaciones retóricas ("¿Dónde está el problema: en la educación o en la permisividad de los padres?" (líneas 6-7)). Otros ejemplos que demuestran que el propósito del texto es conseguir una respuesta de la sociedad es la utilización de perífrasis modales de obligación como las que vemos en el párrafo final -precisamente, su aparición en este párrafo, el último que va a leer el receptor, indica la gran importancia que le da para conseguir una respuesta del lector- que muestran claramente la urgencia que el emisor quiere dar a la petición que lanza a la sociedad: "Los cambios de actitud han de llegar ya, no (hay que) mirar hacia otro lado, no (hay que) restar importancia a lo que se cree una chiquillada, (hay que) respetar y (hay que) ser respetado". Precisamente, la rapidez en la respuesta que espera conseguir de la sociedad, explica que en la mayoría de las perífrasis haya dado por sobreentendido el verbo auxiliar
   Unida a esta función, y con la misma importancia, observamos la intención del autor de mostrarnos claramente su opinión sobre el tema (función expresiva). Por esa razón, recibimos la información sobre el acoso escolar "filtrada" por su subjetividad: en la reflexión sobre este tema "estamos fallando", el acoso consiste en "manipular", en hacer "burla o mofa" del diferente y los que lo llevan a cabo podrían ser etiquetados como "una generación intolerante",  los que lo sufren son "víctimas" a las que se ataca "mermando" su autoestima, por eso son  casos "graves y preocupantes". Todos estos ejemplos, muestran palabras y expresiones que connotan negatividad y que, por lo tanto, evidencian la opinión negativa del autor sobre este tema. Esta función expresiva se aprecia, asimismo, en la utilización de la primera persona en formas verbales, determinantes y  pronombres personales: "oigo a mi padre", "me pregunto". En la mayoría de las ocasiones, el autor utiliza la primera persona del plural -es el llamado plural de modestia (pluralis modestiae) o plural de autoría (pluralis auctoris)-,  para incluir al hablante dentro de un grupo hipotético que compartiría las mismas opiniones, en este caso las mismas dudas, que el autor. Porque, para finalizar, la presencia de tantas oraciones interrogativas sirve, además de para subrayar la función apelativa del lenguaje, como ya hemos visto, para indicarnos la duda del emisor: algo estamos haciendo mal en el tema del acoso, preguntémonos qué es y actuemos. 

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